Hace 20 años se estrenó una película la cual traía de regreso esos grandes espectáculos de destrucción que fueron populares en los 70 y 80. Los trailers nos mostraban cómo sería la llegada de seres extraterrestres a la civilización noventera. Muchas cosas fueron acertadas, otras nos hacían recordar que se trataba de un espectáculo para entretenernos. Una de esas películas diseñadas para maravillarnos, mostrándonos un desastre lejano a lo que podríamos imaginarnos, a lo que supuestamente nunca podría suceder. Años después Nueva York se volvió el escenario de uno de los peores ataques que ha presenciado la raza humana. Por años se trató de evitar este tipo de películas, resurgiendo poco a poco hasta nuestros días. Las principales ciudades de nuevo son destruídas año con año en el celuloide, ya sea por robots gigantes, fenómenos naturales o superhéroes. La enorme diferencia es que ahora dichas películas también lidian con las consecuencias. Después de todo esto, Dean Devlin y Roland Emmerich ven que es el momento perfecto para regresar al universo de ID4. ¿Logró adaptarse al siglo XXI? Hora de los spoilers.
Lo primero que pensé al terminar de ver la película fue en la frase de James Franco en The Interview: Es lo mismo, pero diferente... pero lo mismo de todos modos. Resurgence sigue la estructura que vimos en productos de nostalgia como Creed y The Force Awakens. Muchas cosas son iguales a la primera película, mientras que las nuevas están diseñadas para adaptarse a la actualidad. Vemos que el planeta sigue recuperándose después del ataque alienigena (el cual aquí es equivalente al 11 de Septiembre), vemos homenajes y monumentos a los héroes caídos, pero en especial vemos cómo, al igual que en el mundo real, la paranoia es extrema y que, desafortunadamente, muchas veces nuestras defensas no son infalibles. Los eventos que vemos al inicio de Resurgence son muy similares a lo que hemos vivido después del 11 de Septiembre. Una nueva raza llega y los humanos inmediatamente la atacan por el simple hecho de ser diferente, de ser extraterrestre. Hay quienes creen que lo correcto sería primero saber quiénes son y cuáles son sus intenciones, pero la mayoría se decide por atacarlos. Sin embargo, una vez que los verdaderos malos regresan, toda la paranoia, defensas y planes de contraataque resultan ser inútiles. Creo que el mensaje que nos da Resurgence es bastante fuerte, quizá al mismo nivel que el de District 9. Las naciones creen que están listas para proteger a los ciudadanos, pero la realidad es muy distinta.
Bajo la lógica de que estamos ante un mundo unido después del ataque de 1996, tenemos varios elementos que le dan diversidad sin caer en lo políticamente correcto. De hecho muchos elementos les sonarán muy familiares a los fans de Macross (Robotech para algunos otros): La tecnología alienígena generó un avance importante, las armas y vehículos están basadas en ella, se creó un grupo de defensa (UN Spacy en Macross, ESD en Resurgence) con pilotos de todo el mundo y al final se llevará a cabo una misión para ir al espacio y enfrentar la amenaza directamente. Todas las piezas encajan sin sentirse forzado, sin que se vea como la tendencia actual de "no queremos ofender a nadie". Quizá el único punto que no funciona del todo es la pareja del Doctor Okun. Él está de regreso ya que los fans adoran al personaje, pero siento que no tenía mucho sentido el hacerlo homosexual. Si veo a Devlin y Emmerich diciendo: "Pues... ya que va a estar en la película aprovechemos para cubrir otro punto para estar actualizados". Siento que podrían haber representado mejor a la comunidad LGBT teniendo a una pareja de pilotos. La relación de Okun se siente que solo fue para cumplir, estamos con él y cada que aparece su pareja la trama se desvía, incluso se detiene. Esto hubiese ocurrido independientemente de la sexualidad del personaje. No era necesario que tuviera esposo/a.
Esto me lleva al mayor problema con la película: El exceso de personajes. La idea principal de Resurgence es, al igual que en las cintas que mencioné antes, el pasar la estafeta a un nuevo cast. No entiendo por qué decidieron meter al ejecutivo que se la pasa pegado a Umbutu, así como a los niños que siguen al padre de David. Este tipo de personajes hubiesen terminado en el piso de la sala de edición años atrás. No ofrecen absolutamente nada y le quitan tiempo a quienes necesitan ser más desarrollados. Se supone que los nuevos pilotos serán los encargados de llevar en sus hombros la historia, es necesario que los conozcamos a fondo, que conectemos con ellos. Al final de la película solo sabemos que Jake Morrison es huérfano después de la Batalla de 1996, que es el novio de Patricia Withmore y que se peleó en la academia con Dylan Dubrow-Hiller, que Rain Lao es el interés amoroso de Charlie y que éste es amigo de Jake. Tan poco desarrollados están que a momentos se nos olvida su existencia. Nos interesamos más en qué le ocurre a los personajes de la primera entrega. Es por ellos que la película no resulta ser hueca. De haber tenido meros cameos por parte de ellos, Resurgence sería una película estéril, carente de encanto.
¿Qué hay de los rostros de antaño? Todos ellos presentan una evolución bastante lógica. David Levinson se convierte en el Director de la ESD, manteniendo constantemente la investigación de la tecnología alienígena. Después de tantos años ha mantenido viva su curiosidad y no se ha dejado llevar por la paranoia de las autoridades. Thomas Whitmore termina con una combinación de estrés postraumático y la conexión psíquica con los extraterrestres, buscando el modo de poder ser escuchado y ayudar a la humanidad. Haciendo eco con la primera película, Whitmore se convierte en el nuevo Russell Casse, un piloto que terminó con la mente destrozada después de haber tenido contacto directo con los extraterrestres y al cual sus familiares y conocidos lo toman como un loco. Julius Levinson decide contar su historia en un libro con la finalidad de inspirar del mismo modo que lo hizo con su hijo. Él vio que pudo recuperar su fe y espera lograrlo con el resto del mundo. Steven Hiller... pues... bueno, ya sabemos que Resurgence es parte de la larga lista de "acertadas" decisiones por parte de Will Smith. Es increíble que decidiera negarse al director que lo convirtió en una estrella de Hollywood. ¿Lo peor? En el primer borrador su personaje hubiese sido el nuevo Presidente de los Estados Unidos, teniendo un gran peso en la historia.
Creo que lo más importante detrás de Resurgence es que Devlin y Emmerich lograron expandir el universo de Independence Day de una manera maravillosa. El mundo que nos presentan es totalmente creíble y lleno de consecuencias. Ver que en África una de las naves aterrizó y que además hubo una guerra entre humanos y alienigenas sobrevivientes, que aquellos que entraron en contacto con los seres formaron una conexión psíquica con ellos, el avance gracias a la tecnología extraterrestre... sin duda hay material el cual espero sea explotado para comics, libros o incluso una serie de TV. Resurgence logra que este universo de el salto de Película de Desastre a película de Sci-Fi con mucho qué contar.
Independence Day: Resurgence es una buena secuela la cual logra expandir su mitología para ofrecer más historias. Emmerich y Devlin logran aplicar lo aprendido a lo largo de los años y se adaptan al mundo y a la audiencia actual. Los fans de la primera película tendrán guiños y elementos nuevos qué apreciar.