Hace unas semanas pude ver la segunda parte de la trilogía de Himura Kenshin. La tercera parte se estrenó al poco tiempo, casi a la par. Esto ayuda a que la audiencia no pierda el interés y tenga la historia fresca en su memoria. Vamos directo a los spoilers, aunque esta reseña será menos extensa que la anterior, será más una especie de complemento a lo que dije la vez pasada.
La última vez que vimos a Kenshin estaba siendo rescatado por Seijuro Hiko, su maestro. La película inicia con un flashback en el que Seijuro y Kenshin se conocen. Al igual que con la historia detrás de la cicatriz de Kenshin, solamente vemos un poco de los eventos que lo llevaron a ser el aprendiz de Seijuro. El entrenamiento para el Amakakeru Ryu No Hirameki no quedó como esperaba, aquí se presenta como algo demasiado genérico. En el manga (y anime) Seijuro es mucho más sarcástico, siempre haciendo menos a su aprendiz, pero confrontándolo con las consecuencias de haber servido al gobierno con la técnica que le enseñó para proteger, nunca para matar. En la película llega a ser cansado, durando mucho más de lo que debiese, tiempo que pudo haber sido ocupado en mostrar más acerca del pasado de Kenshin. Al final del mismo ni siquiera se entiende bien en qué consiste la técnica. Estoy consciente de que no podría mostrarse como en el anime, pero al menos hubiesen dejado perfectamente claro en qué consistía.
Durante la primera hora hacen lo posible por extender las cosas lo más que pueden. El entrenamiento de Kenshin y la reaparición de Kaoru son los principales elementos. Con tanto tiempo libre aquí no hay excusa alguna por la cual Las 10 Espadas terminen siendo secuaces genéricos. Usui es vencido con un solo golpe y Anji pasa a ser uno de los mejores villanos a un chiste con patas. Intentan justificar el ser parte de las filas de Shishio con un comentario, pero terminan siendo desperdiciados. Sojiro es el más afectado, ya que su cambio resulta repentino e injustificado, dejando la victoria de Kenshin como un, "Ok, ya, a vencerlo, que todavía nos falta la pelea final".
Las peleas siguen siendo impecables. Desde el arresto de Kenshin hasta el duelo final. La escena del arresto está muy bien lograda. Kenshin muestra lo fácil que es para él vencer a la policía sin necesidad de pelear con todo su potencial, mientras que ellos claramente muestran el enorme miedo que le tienen. La pelea contra Shishio es otro excelente ejemplo de cómo armar una coreografía que no luzca falsa, ensayada. El que Shishio decida decirle "superior" a Kenshin es un excelente extra, dándole al enfrentamiento varias capas, no estamos ante un caso de "Si, soy malo porque... pues simplemente lo soy". Me gustó mucho el simbolismo detrás de este enfrentamiento, con el gobierno atacando el barco mientras los que fueron sus 2 mejores asesinos pelean por última vez. La era a la que pertenecían se ha terminado y el gobierno desea deshacerse de todo lo relacionado con aquellos tiempos.
Rurouni Kenshin: The Legend Ends es un buen cierre a una trilogía que muchos nunca creímos que fuese a existir. En esta ocasión se sienten mucho más los cortes a la historia, pero logra ofrecernos un buen espectáculo. Ahora a esperar que la adaptación de Attack on Titan siga los mismos pasos.