29 ene 2015

Rurouni Kenshin: The Legend Ends. Un cierre apresurado, pero bien armado.


  Hace unas semanas pude ver la segunda parte de la trilogía de Himura Kenshin. La tercera parte se estrenó al poco tiempo, casi a la par. Esto ayuda a que la audiencia no pierda el interés y tenga la historia fresca en su memoria. Vamos directo a los spoilers, aunque esta reseña será menos extensa que la anterior, será más una especie de complemento a lo que dije la vez pasada.


 La última vez que vimos a Kenshin estaba siendo rescatado por Seijuro Hiko, su maestro. La película inicia con un flashback en el que Seijuro y Kenshin se conocen. Al igual que con la historia detrás de la cicatriz de Kenshin, solamente vemos un poco de los eventos que lo llevaron a ser el aprendiz de Seijuro. El entrenamiento para el Amakakeru Ryu No Hirameki no quedó como esperaba, aquí se presenta como algo demasiado genérico. En el manga (y anime) Seijuro es mucho más sarcástico, siempre haciendo menos a su aprendiz, pero confrontándolo con las consecuencias de haber servido al gobierno con la técnica que le enseñó para proteger, nunca para matar. En la película llega a ser cansado, durando mucho más de lo que debiese, tiempo que pudo haber sido ocupado en mostrar más acerca del pasado de Kenshin. Al final del mismo ni siquiera se entiende bien en qué consiste la técnica. Estoy consciente de que no podría mostrarse como en el anime, pero al menos hubiesen dejado perfectamente claro en qué consistía.

 Durante la primera hora hacen lo posible por extender las cosas lo más que pueden. El entrenamiento de Kenshin y la reaparición de Kaoru son los principales elementos. Con tanto tiempo libre aquí no hay excusa alguna por la cual Las 10 Espadas terminen siendo secuaces genéricos. Usui es vencido con un solo golpe y Anji pasa a ser uno de los mejores villanos a un chiste con patas. Intentan justificar el ser parte de las filas de Shishio con un comentario, pero terminan siendo desperdiciados. Sojiro es el más afectado, ya que su cambio resulta repentino e injustificado, dejando la victoria de Kenshin como un, "Ok, ya, a vencerlo, que todavía nos falta la pelea final". 


 Las peleas siguen siendo impecables. Desde el arresto de Kenshin hasta el duelo final. La escena del arresto está muy bien lograda. Kenshin muestra lo fácil que es para él vencer a la policía sin necesidad de pelear con todo su potencial, mientras que ellos claramente muestran el enorme miedo que le tienen. La pelea contra Shishio es otro excelente ejemplo de cómo armar una coreografía que no luzca falsa, ensayada. El que Shishio decida decirle "superior" a Kenshin es un excelente extra, dándole al enfrentamiento varias capas, no estamos ante un caso de "Si, soy malo porque... pues simplemente lo soy". Me gustó mucho el simbolismo detrás de este enfrentamiento, con el gobierno atacando el barco mientras los que fueron sus 2 mejores asesinos pelean por última vez. La era a la que pertenecían se ha terminado y el gobierno desea deshacerse de todo lo relacionado con aquellos tiempos.


 Rurouni Kenshin: The Legend Ends es un buen cierre a una trilogía que muchos nunca creímos que fuese a existir. En esta ocasión se sienten mucho más los cortes a la historia, pero logra ofrecernos un buen espectáculo. Ahora a esperar que la adaptación de Attack on Titan siga los mismos pasos.

12 ene 2015

Birdman o (La Manera Infalible de No Contar Nada y que Todos Te Aplaudan)


 Sé que en este caso soy parte de la minoría, pero empecemos. Durante un buen rato varias personas me insistieron en que Birdman de Alejando González Iñárritu era una increíble película. "Es que la crítica presentada ahí acerca de los actores que participan en las películas de comics está muy fuerte.", "Ni siquiera se nota que la hizo Iñárritu.", "Tienes que verla, la vas a adorar."; estas son algunas cosas que me dijeron. Vaya que estaban equivocados. Es hora de hablar acerca de este Oscar bait/vehículo del mame. Vienen los spoilers (aunque con trabajos hay una trama qué analizar).

 La película inicia con Michael Keaton flotando en su camerino. No hay explicación alguna del por qué y no la habrá, pero es interrumpido por el personaje de Zach Galifianakis, con quien de inmediato inicia un diálogo donde se toca el tema de los actores participando en cintas de superhéroes. Esto, sumado al poster de Birdman 3 en el camerino de Keaton, me hicieron pensar que si habría una buena crítica acerca del tema. Nada más alejado de la realidad. Lo que le sigue son un montón de escenas donde los personajes hablan de cualquier idiotez como si fuese algo muy interesante y profundo. Parecería que Iñárritu dijo: "Ok, pondré a los personajes diciendo pura pendejada que el 90% del tiempo no tiene nada que ver con la trama, a eso le agrego escenas 'fuertes' como 2 mujeres besándose de la nada o un intento de violación enfrente de una audiencia, a eso le sumamos carencia total de ritmo y listo, tendremos a millones jurando que es una obra de arte porque para ellos algo estéril y aburrido equivale a ser artístico y profundo".

 Al mostrar mi negativa he obtenido respuestas como "Es humor negro/Es una crítica a la sociedad moderna/Es que lo importante son las actuaciones, no la historia". Ninguna de esas razones me ha convencido. ¿Puntos a favor? Si, Michael Keaton trabaja muy bien con lo que le dieron y los efectos para dar la ilusión de que toda la película fue hecha en una sola toma también quedaron bastante bien. Fuera de eso, no encuentro por ningún lado las maravillas que hablan acerca de Birdman. 


 Esa supuesta crítica elaborada que hacen a las películas de comics resulta ridícula. El género ha ido creciendo bastante, al punto en el que grandes de la actuación como Robert Redford, Anthony Hopkins y Al Pacino han participado (o quieren participar) en este tipo de películas. ¿Acaso les quita algo el salir en este tipo de producciones? Para nada. El personaje de Keaton combate contra el clásico typecasting y es algo que hasta cierto grado le ocurrió en la vida real, aunque siento que este paralelo con la realidad le hubiese acomodado más a Adam West. En lugar de enforcarse en una serie de estupideces pretenciosas, el guión pudo haberse enfocado en todo el asunto de él dándose cuenta de que el modo de volver al ojo público era a través de algún stunt en las redes sociales y no presentando un regreso triunfal con una obra de teatro. Mostrar que en la actualidad vale más un sex tape o algún escándalo que el presentar un trabajo bien hecho. Esa idea se toca ligeramente hasta el final, con él corriendo en calzones por Times Square y su hija creándole una cuenta de Twitter. De haberse dado de este modo, estaríamos ante una película que valdría la pena verse en repetidas ocasiones, además de servir como referencia para futuras generaciones.

 Lo irónico/curioso de la película es cómo pertenece al otro extremo del mismo mal que tanto critica. Birdman finalmente se le aparece a Riggan e intenta convencerlo de dejarse de esforzar y darle a la gente lo que quiere. "Ya sabes, explosiones, acción, ellos lo van a consumir porque quieren escapar un rato de sus vidas, te lo van a apaludir.", le dice Birdman mientras vemos un ser gigante atacar Nueva York. Este asunto tiene cierto grado de verdad, no lo voy a negar. Esto sucede en especial con películas como Transformers o Fast & Furious. La ironía en Birdman es que es una película que va dirigida al otro lado, para las personas que van a mamasearse al cine en lugar de entretenerse. Parecería que Iñárritu empezó armando una buena película que, de un modo u otro, tenía un superhéroe, pero en eso se le apareció su Yo de 1999 y le dijo "¿Para qué entrarle al género de moda? Mejor vuelve a lo mismo, haz una película presuntuosa, con escenas polémicas pero sin razón de ser, vuelve a tu audiencia, aquellos que ven tus cintas para sentirse intelectuales y hablar durante horas acerca de elementos que ni siquiera pusiste. Puede que tú no entiendas lo que dirigiste, pero no hay problema, ellos tampoco." A eso le agregamos que el humor en este extremo es igual de adolescentoide que con las películas de Transformers. Quizá por eso tenemos al tipo disfrazado de Bumblebee.


 Birdman es una película diseñada exclusivamente para ganar premios y darle gusto a aquellos de "paladar exigente". Este blog está enfocado a las producciones geek, pero nunca he estado en contra de ver películas de otros géneros. Ver algo "serio" y analizarlo es uno de los tantos gustos que nos da el cine, pero creo que hay casos en los cuales la película te pide o apagar tu cerebro (como con Transformers) o subirte en un banquito y dártelas de intelectual (como en este caso).

5 ene 2015

Rurouni Kenshin: Kyoto Inferno. Recordando que Japón puede hacer sus propias adaptaciones.


   Hace unos años vimos que Japón no tiene la necesidad de acudir a Hollywood para poder realizar adaptaciones de sus mangas y animes. Rurouni Kenshin es una buena adaptación del manga escrito por Nobuhiro Watsuki, balanceando el estilo de oriente con lo que ellos han aprendido del cine occidental. En Rurouni Kenshin: Kyoto Inferno vemos que han logrado aprender algunos trucos de Hollywood, pero sin llegar a caer en sus errores. ¿Qué tal quedó la primera parte de la historia favorita de los fans de Samurai X? Empecemos con los spoilers.

 Creo que todos los fans de Kenshin coincidimos en que el arco de Shishio es el mejor. Cada integrante de ambos bandos posee una historia interesante y el villano es un digno rival para Kenshin. Sin embargo, esta historia es bastante extensa, así que mucho se tendría que omitir para la versión fílmica, a pesar de haber seguido el ejemplo de Harry Potter o Hunger Games al dividir la historia en 2 partes. La película logra funcionar, pero esto no significa que sea perfecta. A pesar de tener una película antes de esta, la despedida de Kenshin y Kaoru no posee el peso que en el manga. No los hemos visto tanto tiempo juntos como para enternecernos por su despedida y comprender por qué Kaoru decide alcanzarlo en Kyoto. Aoshi sale sobrando, al no existir versión cinematográfica de su historia con los miembros del Oniwabanshu, su aparición resulta repentina y carente de impacto. Si, llega y hace lo mismo que en el manga, pero aquí se convierte en el McGuffin de Misao. Aoshi se convierte en esos personajes con los que la película te dice "Ah, ¿Qué no leíste el manga o viste el anime? Pues ni modo, los fans si lo ubican y estarán felices de verlo". 

  Dicho esto, los aspectos positivos superan a los negativos. La introducción de nuestros héroes es con ellos aplicando el Meta: Viendo una obra de teatro no oficial acerca de Battosai. El colmo es que nadie reconoce a Kenshin a pesar del color de cabello y la cicatriz en su mejilla. El director Keishi Otomo decide utilizar la tendencia americana de modificar la vestimenta del héroe en cada película. Kenshin deja atrás su característica yukata roja para utilizar azul y blanco. Esto se puede explicar como Kenshin dejando atrás su vida pacífica para volver de nueva cuenta al camino del vagabundo, con la posibilidad de matar y regresar a ser Battosai. Un buen detalle que no aparece en el anime. 
 
 Shishio está perfectamente bien adaptado. Las 10 Espadas lucen y actúan como deben, seguramente no veremos sus historias, pero es un sacrificio justo ya que tenemos bien establecido quién es Shishio. Se entiende que Kenshin se sienta responsable, ya que él fue quien lo sustituyó al abandonar su vida como Battosai. Tatsuya Fujiwara entendió a su personaje, mostrándose altanero, confiado y creyente de sus principios. Sabe que puede ganarle a Kenshin, pero decide darle la oportunidad de prepararse para poder pelear al mismo nivel. Sojiro mantiene ese aire alegre que caracteriza a su personaje, incluso hace los brincos que siempre realiza durante las peleas. Su historia tiene mucho qué ver con cómo lo vence Kenshin, espero que en la tercera parte nos muestren un flashback. 
 
 Las peleas siguen siendo impecables. Creo que lo dije en la reseña anterior, pero debo reafirmar que este es el tipo de secuencias de acción que esperaba de las precuelas de Star Wars. Obviamente hay ensayos detrás de ellas, pero en pantalla luce totalmente natural, en especial la pelea de Kenshin contra Sojiro. Si bien Japón ha ido aprendiendo algunos trucos de Hollywood, creo que ellos poseen algunos elementos que no estaría mal tenerlos en las películas occidentales.     
 
 Para mi lo mejor fue el final. Durante toda la película me preguntaba si tendríamos la presencia de Seijuro Hiko, el maestro de Kenshin. El cambio en la historia con la llegada de Kaoru durante la pelea contra Sawagejo Cho en lugar de ocurrir en el entrenamiento con Seijuro me hizo pensar que había sido completamente eliminado. Incluir a Cho tiene mucho que ver con su popularidad entre los fans, pero le dieron la importancia necesaria como para no quedar como simple fanservice, volviéndose informante de Saito después de ser capturado. Seijuro Hiko hace su aparición al final, generando el cliffhanger perfecto para la historia. Esto funciona para los fans y aquellos quienes solamente han visto las películas. El look que tiene Masaharu Fukuyama deja bien claro que se trata de Seijuro, pero para la audiencia común funciona como un misterio de quién rescató a Kenshin. Esta manera de darle gusto a los fans sin caer en el fanservice barato es algo que no saben hacer en EUA, tan solo vean el final horrendo que tuvo Legend of Korra, cumpliendo la fantasía más deseada de los pervertidos de Tumblr.
 
 Rurouni Kenshin: Kyoto Inferno es una buena secuela que nos invita a salir de la rutina del cine occidental, bien balanceada tanto para fans, así como para personas que deseen ver una cinta japonesa que no sea de terror. Es una lástima que no haya llegado de manera oficial a nuestro país, pero quizás con la salida a la venta de la tercera parte alguna compañía se anime a sacar una caja con las 3 películas.