El 2015 tuvo el regreso de 2 de las franquicias más exitosas de Hollywood: Star Wars y Jurassic Park. The Force Awakens y Jurassic World fueron las encargadas de traer de vuelta universos que han sido amados por millones y los cuales recibieron un soft-reboot para atraer a nuevas generaciones. Fue tan bueno el trabajo de Colin Trevorrow que Lucasfilm decidió darle la dirección de Episodio IX. Debido a esto, Trevorrow tuvo que dejar la siguiente entrega de los dinosaurios para enfocarse en la galaxia muy, muy lejana. Todos sabemos que Star Wars murió a manos del trol mediocre llamado Rian Johnson, cuyas pésimas ideas destruyeron por completo la historia que Trevorrow tenía preparada. A pesar de estar involucrado en el guión y la producción, Trevorrow le cedió la dirección a J.A. Bayona. ¿El sacrificio por Star Wars resultó en algo negativo para Blue y sus compañeros? Empecemos con los spoilers.
Tanto Jurassic World como The Force Awakens pecan de ofrecerle a la audiencia una gran cantidad de Memberberries, los golpes de nostalgia son continuos. La enorme diferencia entre ambas películas es que Jurassic World logra ofrecer nuevos personajes interesantes y realizar una crítica a la situación actual del ser humano. En The Fallen Kingdom tenemos una continuación lógica a los eventos de la entrega pasada y una conclusión inevitable. La idea principal en toda esta saga es cómo el ser humano hace cosas con tal de obtener un beneficio o como simple muestra de superioridad, pero nunca se responsabiliza ni enfrenta las consecuencias.
Es por eso que el regreso de Ian Malcolm es tan importante. Malcolm ahora es la voz de la conciencia de la humanidad, diciéndoles de nueva cuenta que deben pensar antes de actuar. Varias personas lo tachan de asesino cuando sugiere que la mejor opción sería dejar morir a los dinosaurios como resultado de la erupción volcánica, pero él es el único que comprende que dicho evento es parte de la naturaleza. El hombre no puede controlarlo todo, no puede jugar a ser dios. Malcolm sabe que ese final es mucho mejor que dejar que los dinosaurios sean explotados como entretenimiento o incluso como armas. La erupción del volcán de Isla Nublar es algo totalmente inevitable porque no puede ser controlado por el hombre. El querer sacarlos de la isla por cualquier finalidad provocaría resultados totalmente negativos. Tal y como sucedió antes, nadie le hace caso a Malcolm y todo lo que les dijo se cumple al pie de la letra.
A manera de asociación altruista (y para calmar su culpabilidad), Claire busca rescatar a los dinosaurios antes de que el volcán haga erupción. Ella estuvo en Jurassic World con una mentalidad completamente de negocio. Nunca se detuvo a pensar en que los dinosaurios eran seres vivos. Después de ser engañada por Eli Mills e intentar rescatar a los dinosaurios capturados, Claire finalmente entiende que la mejor opción para los dinosaurios (y los humanos) era dejarlos morir. Es por eso que ver a Maisie liberar a los dinosaurios es tan importante: Ella se ve reflejada en ellos al haber sido clonada por razones totalmente personales y egoístas. Nadie le preguntó si quería ser creada y nadie le explicó por qué. Al liberarlos, Maisie les está dando la libertad de elegir, de vivir en un mundo el cual les perteneció mucho antes que a los humanos. Malcolm lo entendió desde el principio y es por eso que su frase de la primera película aparece en los posters de The Fallen Kingdom: La vida encuentra la manera.
Creo que lo más interesante de The Fallen Kingdom es ahondar en la relación de Owen con sus raptores, en especial Blue. Era obvio que le darían mayor protagonismo en esta secuela, pero lo presentan de una manera lógica. Ver a Owen entrenarlos desde pequeños nos hace entender qué es lo que sacrificó en la película anterior y por qué no desea regresar a la isla. Ahora el ver sus muertes en Jurassic World tiene un peso mucho mayor. Owen ve a sus hijos adoptivos morir como resultado de la codicia humana, ya sea a manos de un militar o tras el ataque de una abominación genética creada para el entretenimiento de las masas. Es gracias a esto que entendemos aún más su conexión con Blue. Ambos poseen un nivel de entendimiento que ningún otro humano ha alcanzado con un dinosaurio. Es por eso que The Fallen Kingdom tiene un ligero sabor a Rise of the Planet of the Apes. Después de que se salvaran entre ellos, los dinosaurios son liberados. Owen le ofrece llevarla a un lugar seguro. Blue ve la jaula, voltea hacia Owen y finalmente se pierde entre los árboles. El mundo ahora es su hogar. Los humanos son los que deben adaptarse o morir.
Entiendo por completo las críticas de muchos con respecto a lo poco que aporta The Fallen Kingdom a la saga, pero siento que hay una escena la cual vale por completo el boleto de entrada: La Muerte del Braquiosaurio. Mientras los barcos llenos de dinosaurios capturados se alejan de Isla Nublar, Owen y Claire ven cómo un braquiosaurio llega al muelle, los ve y emite sonidos de dolor. Las llamas y el humo lo cubren... hasta que dejamos de escucharlo. Si bien dicha escena es bastante dolorosa por si sola, haciendo la conexión con la primera película la hace absolutamente devastadora. Quizás el braquiosaurio no sea el dinosaurio favorito de la mayoría, pero es el primero que vimos en Jurassic Park. Ella se encargó de recibirnos en la isla y de presentarnos este maravilloso universo. Ahora la vemos despidiéndonos, desapareciendo entre las llamas. Junto con ella se va la famosa isla en donde vivimos una aventura que nos cambió la vida.
Jurassic World: The Fallen Kingdom quizá no aporte demasiado al universo de los dinosaurios pero logra entretener y ofrecer escenas verdaderamente memorables. Con Trevorrow de regreso (y con ganas de contar algo épico), es muy probable que esta nueva trilogía termine en una nota alta.