17 jul 2007

MENTADAS VISUALES. Parte 1: EL PANTERA

En México siempre se ha tenido el gusto por ver series de televisión. Desde series como Bonanza, Combate o Get Smart (Superagente 86) que veían nuestros padres hasta Lost, Dr. House o 24 que vemos hoy en día. Con la llegada del formato DVD hemos tenido la oportunidad de disfrutar de una mayor variedad de series y de que éstas tengan un mayor alcance ya que dicho formato brinda la posibilidad de no esperar cada semana por un episodio nuevo o de contar obligatoriamente con un sistema de televisión de paga para disfrutar de una serie en particular.

Con esto, el consumo de series televisivas norteamericanas ha aumentado, cosa que las televisoras nacionales apenas han notado. Su primer reacción fue bastante acertada: incrementar el número de series en horario estelar, entre ellas series recientes como Héroes y realizar en los fines de semana maratones para la gente que se haya perdido algún episodio o para el que desee empezar a verlas.

Al ver que estas estrategias estaban funcionando, Televisa y TV Azteca decidieron hacer series “originales”… fue ahí cuando todo valió chichi de gallina.

TV Azteca y Televisa decidieron hacer sus versiones de Esposas Desesperadas (aunque aseguraban que no era la intención) siendo ambas versiones una vomitada de perro afuera de una carnicería. La versión de Televisa apareció junto con un bloque de “series originales”. La que supuestamente tiene mayor éxito es una pendejada con patas llamada El Pantera.

Esta serie está basada en unas historietas que formaron parte del boom de los “Sensacionales de…”, donde el protagonista estaba hecho con el molde de todos los protagónicos de ese tipo de historietas: moreno, supermamado, malencarado, típico macho mexicano… pero les valió una verdadera chingada a los realizadores. ¿Cómo chingados quieren que crea que el tal Pantera pasó años en la cárcel siendo la perra de varios presos y pasándosela del carajo cuando al escaparse parece que ha estado encerrado en un puto spa de pinches metrosexuales? Ok, ya se, las chicas que ven ésta serie dirán “a mi me vale madres eso, el guey está bien cuero”, pero si lo que desea Televisa es hacer una serie de calidad, con continuidad y buen presupuesto… sinceramente la están cagando.

Al llegar el Pantera a su casa la colonia podría llamarse “Colonia del Cliché del Cine Mexicano Contemporáneo”. Vemos distribuidos en menos de 10 metros de calle a un borracho vomitando, a un padrote madreando una prostituta, un puesto de garnachas, unos drogadictos y de fondo unas melodiosas sirenas de patrulla… ¡¡¡No me chinguen!!! ¡Eso es tan pinche original como ponerte lentes oscuros, agarrar un bastón, una grabadora y subirte al pinche Metro para ganar dinero haciéndote pasar por ciego! Tanto se quejan de que en EUA andan dando alertas a sus compatriotas para que no vengan a México por el alto índice de violencia… ¿Pero no hay pedo si alimentamos esa puta idea en películas y series? ¡Es una macromamada! Para colmo conocemos a los villanos y están tan pinches falsos y caricaturescos que hacen que Don Ramón sea un buen candidato para aparecer como terrorista libanés en la siguiente temporada de 24.

Al guey obviamente lo rodean de mujeres atractivas y le temen en las calles porque “es todo un macho”, pero no te puedes creer semejante pendejada cuando notas que el pinche Pantera se ve más pinche femenino que ellas.

“Ah, pero llegan a decir groserías, eso le da realismo”, dirán algunos. ¿Cuál pinche realismo existe en groserías que censuran como si se tratase de una película de Rafael Inclán y el Flaco Ibáñez por Galavisión un domingo a las 5 de la tarde? Al pendejazo de Adal Ramones le dejaban decir las que se le antojaran en el mismo horario, a Brozo igual le dejan soltar las que quiera, entonces… ¿Para qué cagarse afuera de la bacinica?

Sin duda esta serie es peor que chorrillo de ganso en plena Feria del Mole, tiene más coherencia e historia ver a un franelero por media hora en cualquier estacionamiento. Esta pendejada hace que “El Show de Capulina” se parezca a X-Files o Twin Peaks.

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