Ante la falta de guiones, hemos estado viendo una gran cantidad de remakes, reboots y adaptaciones. Algunas cosas han sido ofensivas, otras innecesarias y algunas han sido sorpresas agradables. La nueva versión de Dredd entra en la última categoría. Karl Urban, quien ya se ha hecho de fama en la comunidad geek, decidió hacerle justicia al personaje, armando una nueva adaptación, después de que todo su fanbase odió la versión de Stallone.
La nueva versión mantuvo elementos básicos del comic y en especial del personaje. Urban dehó atrás el ego y aseguró que nunca se quitaría el casco, manteniendo el misterio y el simbolismo del personaje. La película es sencilla, conserva la esencia del comic pero no se sumerge demasiado en su universo, te explican solamente lo que necesitas saber. Quienes son los jueces, por qué las ciudades lucen así y el nivel de violencia que sufren los habitantes de Megacity. El diseño de la ciudad es excelente, siempre es acertado poner el futuro desde el ángulo más realista, donde los edificios y calles no han cambiado tanto, solo los nuevos elementos se le han integrado. Cosa similar ocurre con I, Robot y siento que es la opción correcta. Esto facilita que entres al universo de Dredd. Además, Dredd posee un sabor bastante ochentero, la atmósfera que llega a presentar recuerda mucho a Robocop, personaje que, por cierto, fue influenciado por el comic de Dredd. El círculo se cierra, por decirlo de algún modo.
Curiosamente, este es de los pocos casos donde se justifica el costo extra por el 3D. En la trama hay una droga la cual descaradamente se llama slo-mo, la cual provoca que a momentos todo se vea extremadamente lento y con colores llamativos. Afortunadamente las secuencias donde se utiliza valen la pena, aunque a veces hace que la violencia se torne en ultra-violencia. El soundtrack es bastante bueno, se adapta perfectamente al universo de Dredd, aunque quizá no se explota tanto.
En cuanto las actuaciones, Karl Urban sabe exactamente lo que los fans deseaban ver desde la vez pasada, mantiene al personaje tal y como debe de ser. No busca humanizarlo como lo hizo Stallone, aunque honestamente él fue de los primeros en aplicar el gran mal actual que vivimos llamado Me-quito-la-máscara-cada-5-minutos-para-justificar-el-cheque. A lo mucho vemos a Dredd sin casco, entre las sombras, solamente se le ve el cabello. Olivia Thribly como Anderson es quien se encarga de darle humanidad a la historia y nos acompaña a vivir el relato. Lena Headey como Ma logra su cometido, trabaja bien con lo que se le da, pero ya todo lo que ella nos presente nos sabrá poco después de ver su excelente trabajo en Game of Thrones.
Dredd es una buena cinta de acción, quizás a muchos momentos extrañe que no tenga una escala tan grande, pero definitivamente logra equilibrar la balanza y nos hace olvidar la cinta de los 90's.
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