Era el primero de febrero, estaba algo desmañanado, checaba un periodico cuando vi el anuncio: "Riders on the Storm en vivo, 13 de febrero". Carajo, no me había enterado por ningún lado y peor aún, no tenía dinero para comprar algún boleto, al parecer sería la última vez que vendrían y lo más cabrón del asunto: el concierto sería en la Plaza de Toros. ¿Qué importancia tiene que haya sido en la Plaza de Toros? En 1969, la banda quería tocar ahí para así cobrar poco y que todos los fans pudiesen asistir sin broncas, pero el infame 2 de octubre seguía fresco en el país, por lo cual les prohibieron utilizar la Plaza debido a que les daba miedo tener a tanta juventud reunida en un solo lugar. Terminaron tocando en el Forum, propiedad de los Castro, conciertos en los cuales estuvo puro pinche junior de esos tiempos. Ahora finalmente se les haría presentarse en el lugar que tanto querían a manera de despedida... y yo sin boleto.
El primer recuerdo que tengo de ellos es cuando era niño y utilizaban “People are strange” como fondo de un promocional que aparecía en Multivisión, en el cual al final salía el Guasón. Si de por si durante la prepa y universidad no había muchos con quien compartir mis gustos musicales -checar las reseñas anteriores para leer un poco más al respecto-, el fanatismo por The Doors no hubo con quien compartirlo. Muy pocos conocían alguna canción más allá de Light my Fire o Break on Through, por lo cual ni siquiera podía tener alguna conversación acerca de la banda. Este gusto junto con The Beatles generó que escuchase en más de una ocasión "es que a ti solo te gusta la música de viejitos", viviendo con esto y más el "When you're strange...". Las melodías de Morrison, Manzarek, Krieger y Densmore han sido y siguen siendo parte básica en este soundtrack de mi vida. Siempre me gustó dejarme llevar por la atmosfera que generan sus canciones, un punto fuera del tiempo en el cual te pierdes en los solos de Manzarek mientras Jim te dice qué camino tomar... escucharlos es toda una experiencia aparte. A este amor por la banda le han seguido la película –primero en un VHS pirata y después en DVD- para después enterarme que Oliver Stone se tomó muchas libertades, algunos libros y conciertos, pero siempre ha persistido el deseo de haberlos visto en vivo.
La vez pasada que vinieron con Ian Astbury y bajo el nombre de "The Doors of the Twenty first Century" al Auditorio Nacional no pude verlos ya que los boletos estaban pendejamente caros. Ahora por ningún lado me había enterado de que volverían y estaba a menos de 15 días para poder conseguir un modo de ir. Fue gracias a que encontré el sitio oficial de los fans mexicanos que vi una trivia a cargo del buen Psychedelic Alan y Converse con la cual pude ganar mi boleto, estaba destinado que debía presenciar la ceremonia en la Plaza de Toros.
Llegué a la Plaza de Toros alrededor de las 6 y media, para esa hora ya había mucho movimiento en los alrededores. Topé a Psychedelic Alan, me roló mi boleto y entramos a la Plaza. Dieron las 7 y media y la gente empezaba a entrar poco a poco, viendo de todo tipo de personas, desde personas en sus 60's, señoras con playeras de Morrison, parejitas jovenes y algunos tipos con pantalones de cuero. Fue entre estas personas que estuvo espectáculo previo: un tipo bien urbano, de los que te topas en el Chopo y te sueltan "No carnal, es que tu no estuviste en Avandaro, no sabes lo que son acá las bandotas chingonas". El guey parecía que ya había llegado bien puesto o sencillamente ya era su estado permanente, llevaba un morral y estaba tranquilamente sentado frente a nosotros. De repente se puso de pie, giró para darle la cara al resto de la Plaza, sacó una flauta del morral y empezó a tocar para después sentarse de nuevo. La burla no se hizo esperar y comenté que ese tipo ya podía presumir de haber tocado en la Plaza de Toros. Mas adelante lo fueron corriendo hasta que llegó a nuestro lado y nos comentó que le tocaba en otra sección y que andaba buscando a una amiga la cual estaba en la sección General, por lo cual pensó que era buena idea tocar la flauta para ver si lo escuchaba... si, pensó que a esa pinche distancia era posible.
A las 8 y media finalmente se apagaron las luces y Los Concorde subieron al escenario. Es la primera vez que unos teloneros no me dan hueva, dicho colectivo tiene buenos elementos y las canciones que tocaron no estuvieron nada mal. A las 9 terminaron y reinició la espera para el encuentro con Riders. Mientras los técnicos andaban por todos lados, repentinamente Ray Manzarek salió a ver cuanta gente había en la Plaza -la cual sorpresivamente si se llenó-, saludó, dijo algunas cosas en un micrófono que todavía no estaba bien y se retiró. La espera siguió... ni la buena música de fondo nos tenía tranquilos hasta que finalmente dieron las 10 de la noche, empezó O Fortuna y se escuchó el mítico grito de "Ladies and gentlemen... from Los Angeles, California..."
Fue así que subieron al escenario Ray Manzarek, Robby Krieger, Brett Scallions, Ty Dennis y Phil Chen, tomaron sus lugares y empezó una noche en verdad memorable.
Utilizando de nueva cuenta la estructura de la vez pasada, aquí va mi comentario canción por canción:
Love me Two Times: Una de las canciones más conocidas, sencilla y que todos corearon. Desde aquí Scallions me quitó las dudas que tenía con respecto a su reclutamiento para ser el nuevo vocalista. También con esta supimos que, a pesar de que en los setlists de otras ciudades se ven muy pocas canciones, no significa que sea porque les da hueva tocar más o porque de plano ya no pueden tener el ritmo de antes. Al contrario, es porque extienden absolutamente todas las canciones entre nuevos arreglos, improvisaciones e interacciones con la audiencia.
Break on Through: ¿Qué podemos decir de ésta? Una de las joyas que todos conocen y que posiblemente ya hayamos escuchado en vivo a cargo de alguna banda tributo. Es en esta que Brett Scallions no dijo el "She gets high!" para hacer el comentario que aplicó en los otros dos conciertos, de "¿Quieren ponerse esta noche, México? Ya nos está llegando el olor a marihuana, a nosotros también nos gusta, así que fumen con tranquilidad y disfruten".
Love her Madly: Del L.A. Woman, una de las canciones más populares y buena para irnos adentrando en la ceremonia.
When the music's over: Fue en esta que se empezó a sentir esa vibra que buscaba experimentar. Todo un viaje para los sentidos, fue increíble dejarse llevar. Aquí fue una de las 2 ocasiones en las que la gente quedó mal, ya que Scallions esperaba que todos corearan el "... until the end" y solo se limitaron a gritar. Fuera de eso, excelente escucharla en vivo. En el ruedo había chicas bailando, las luces quedaban perfectamente con el ambiente y el aroma a mota se hacía presente... We want the world and we want it NOW!
Peace Frog: Hace meses comenté con el Poet@ que hay canciones las cuales en los discos no las pelas mucho, pero después de escucharlas en vivo, te enamoras de ellas. Eso me ocurrió con esta joya. Una canción la cual podría haberse escrito hace unos años. Afortunadamente estuve aprendiendome la letra días antes.
Waiting for the Sun: Otra de las melodías para dejarse llevar y disfrutar. Como me dijo Psychedelic Alan: "Este concierto no tiene desperdicio alguno".
Alabama Song (Whisky Bar): Qué puto orgasmo fue escucharla en vivo. Es una de mis canciones preferidas y la verdad no esperaba que la fuesen a tocar. Ray y Brett comentaron que nos llevarían de farra con ellos y así comenzaron esta hermosura de canción. La gente se prendió bastante y creo que nunca se me borrará ese momento en el que todos alzamos las manos y cantamos "Oh moon of Alabama, we know must say goodbye"... impresionante, creo que es uno de los mejores momentos que he vivido en un concierto.
Gloria: Otro cover que llegaban a hacer y el cual muchos conocen pero probablemente no sabían que la versión que tanto les gusta la tocaban los Doors. Buena respuesta de la gente y Ray seguía sin demostrar que un día antes había cumplido 70 años.
Spanish Caravan: La banda dejó a Robby Krieger sólo en el escenario para tocar un poco de guitarra flamenca. A Robby si se le nota la edad, pero apenas empezó a tocar, nos dejó a todos impresionados, ni a madrazos algún cabrón de las banditas actuales puede tocar como él. Un dato curioso es que llevaba puesta una sudadera como la de Freddy Krueger, haciendo burla de la similitud entre sus nombres.
The Soft Parade: Como dice la canción, ésta fue la mejor parte del viaje. Nunca pensé escuchar esta canción en vivo -bueno, sinceramente ninguna de ellas- y esta junto con Alabama Song y L.A. Woman fueron los puntos fuertes de una excelente noche. La mayor parte de la gente se tranquilizó y sentó durante Soft Parade, es de esas canciones en las que salían a relucir los fans chonchos. A mi alrededor era el único cabrón de pie cantando y bailando. Una canción la cual engloba muchos estados de ánimo y que nunca te das cuenta que ya te aventaste casi 10 minutos -12 en el concierto- en un trance total.
Touch Me: Ray empezó a referirse a todos como "sex machine", nos bailó un poco y dedicó la canción a la mayor máquina sexual que conoció: Jim Morrison. En su tiempo esta canción fue muy atacada porque decían que no sonaba a Doors, con el tiempo ahora vemos que perduró y tiene su buen lugar.
L.A. Woman: Junto con Alabama Song, creo que esta es de mis canciones preferidas. Fue durante ésta que Scallions pidió que le hicieramos el tributo merecido a Jim y desgarrarnos las gargantas con el "Mr. Mojo Risin", enviándole todo nuestro cariño-no, no vive en Cuernavaca como cierta vieja dijo hace años- a dondequiera que se encuentre.
Encore/Riders on the Storm: La banda se había ido del escenario, las máquinas de humo empezaron a funcionar, el sonido de truenos llenó la Plaza y las luces estroboscópicas simulaban los relámpagos, sabíamos que era turno de la canción que le da nombre a esta agrupación. Esta canción se me quedó grabada cuando la iba escuchando mientras cruzaba el desierto San Luis hacia Real de Catorce al amanecer. A esta experiencia se le suma esa vibra que emana de la interpretación de Manzarek en vivo.
Light my Fire: Era obvio que fuesen a cerrar el concierto con esta pieza clásica del rock y la cual, irónicamente, no la escribió Jim, sino Robby Krieger, hasta así la anunciaron. Ray dijo: "Ahora va tu canción Robby, tal vez ustedes la han escuchado en la radio". La canción que, por ser la mas conocida, muchos le dejemos descansar por largos periodos, pero escucharla aquel día en verdad la refrescó.
La banda se despidió sin hacer mucho relajo, las luces se encendieron y escuchamos la versión original de Alabama Song -Nunca la había escuchado- mientras nos dirigíamos a las salidas. Era obvio que fuesen a faltar canciones. People are Strange, Moonlight Drive, Roadhouse Blues -que al parecer si la tenían en el setlist pero por alguna razón no la tocaron-, Unknown Soldier... yo la verdad no me quejo, tocaron 2 las cuales no pensé que las fuesen a tomar en cuenta. Brett Scallions en verdad le da la vuelta a Ian Astbury, dudo que encuentren a un mejor vocalista para mantener vivo el trabajo de Jim.
El punto que en verdad estuvo jodido fue lo que vendían afuera. Pinche decepción de lo más grosera. Está bien, nosotros decíamos que ibamos a ver a The Doors -principalmente para identificar-, el boleto decía The Doors, carajo, hasta el pinche Leo de Lozanne dijo "Nosotros también queremos ver a Los Doors", pero eso no significa que toda la puta mercancía tuviese que decir The Doors y en especial tener la imagen de Jim Morrison.
El 95% de los productos, además de estar jodidamente chafas, tenían la imagen del buen Jim. Por más que busqué, sabía que podría conseguir una mejor playera de The Doors en cualquier pinche mercadito de la ciudad, pero una que tuviese el logo de Riders on the Storm, la banda que fuimos a ver... para nada. Pinches playeras mal hechas, con la imagen de Jim y que ni siquiera le hacían justicia, vi más de una que decía "I am the rock king", ¿Pero qué chingados? ¡Ni siquiera una de las frases emblemáticas la supieron poner bien! Si estaba para madrearlos y pintarles en la frente el "I am the Lizard King". La gente que se dedica a hacer mercancía para los conciertos ya les vale madre y no le meten ni imaginación ni calidad a sus productos, esos tiempos oficialmente han muerto.
En fin, una noche la cual no creo olvidar -aunque con un regreso a casa algo accidentado porque me vieron cara de "Killer on the road"- y que estuve a punto de perderme de no haber sido por la suerte. Hace años mientras leía que ocurrió aquí en 1969 en el "Nadie sale vivo de aquí", por ningún momento llegué a imaginarme que vería a varios elementos de esa gran banda en aquel escenario que les prohibieron. Sin duda la vida tiene muchos giros y sorpresas.
Agradecimientos: A Psychedelic Alan por el boleto y a morrison81, el cual es dueño de las fotos que complementan este post. Pueden ver el resto de sus imágenes dando click aquí.
3 comentarios:
He disfrutado mucho al leer tu reseña, gracias por compartir tu experiencia, porque es maravilloso saber que hay mucha gente que siente lo mismo por la música.
A mí la verdad no me gustó mucho Brett, pero estoy consciente de que es imposible de reemplazar a Jim, asi que estuvo bien. Lo que sí, es que sentí que no se escuchaba claro, mas que al final.
Jaja, tienes mucha razón en lo de las playeras, nisiquiera pregunté a cuánto, estaban culerísimas, pero supongo que como todas las demás, 100 o algo así.
Orale que chido, se nota que estuvo de superpocamadre el concierto (creo que me quedo corto).
Ojala pueda verlos tocar en vivo alguna vez...
Saludos, chido blog!
Gracias por sus comentarios Pearl y Alejandro.
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