Mucho se habló acerca de la versión de Star Trek que nos presentó JJ Abrams en el 2009. Estábamos ante una versión mucho más dinámica, alejada de la serie que lo inició todo. La audiencia general finalmente adoptó a la tripulación del Enterprise. Abrams hizo Into Darkness y con ella inició su tendencia de hacer reboots-que-no-son-reboots. Los cambios no fueron aplaudidos, tampoco las cosas que permanecieron igual. Abrams dejó Trek para iniciar la nueva etapa de Star Wars. Simon Pegg y Justin Lin se encargaron de seguir la historia. Se prometía que Star Trek Beyond sería más cercana a lo que los fans tanto deseaban. ¿El resultado fue el deseado? Empecemos con los spoilers.
Simon Pegg decidió escribir el guión para la tercera entrega de esta historia. Pegg es conocido por siempre mantenerse old school y desaprobar cualquier tipo de cambio a las cosas que tanto adora. Es por eso que siempre comentaba que Beyond se acercaría más a lo que los fans de Trek están acostumbrados a ver. Lejos de los lens flares, golpes y explosiones que tanto le criticaron a Abrams. La promesa era que el Enterprise volvería a lo básico, a tiempo para su 50 Aniversario. Creo que este guión solo le sirvió a Pegg para aprovechar y meter a Scotty más de lo que debía.
La película posee la estructura de un episodio. Incluso Kirk lo menciona, diciendo que los 2 años que llevan de misión se han sentido "episódicos". La historia es simple. Los conflictos a los que se enfrentan los personajes también. El villano no aporta absolutamente nada. Estamos ante un episodio bastante regular de la serie con la característica de que dura 2 horas. Fuera del fallecimiento de Spock Prime, no sucede nada verdaderamente importante. Lo peor es ver que, detrás de toda la pose de querer ser diferente, Beyond nos presenta refritos de lo que vimos en las películas anteriores. De nueva cuenta el Enterprise acaba destruído, Kirk duda y piensa en renunciar, Kirk y Spock tienen problemas (aunque aquí ni siquiera pasan mucho tiempo juntos), tenemos un villano físicamente modificado el cual oculta su identidad por largo tiempo, que está relacionado a Starfleet y que al final uno de los protagonistas lo persigue en una secuencia llena de saltos y golpes.
En cuanto a la producción, todo luce mucho más barato que antes. Los uniformes parecen de cosplay, más cercanos a los originales pero esto les da una apariencia barata. Los sets son una auténtica grosería, en especial todo lo que vemos en Altamid. Manejan niveles los cuales se aceptan si esto se tratara de una película para la TV. Entiendo que el USS Franklin tenga que lucir muy retro, pero aquí parecería un display de alguna convención. Supongo que la partida de Abrams afectó mucho las inversiones.
¿Cosas positivas? 2. La primera es que los actores ya se sienten completamente cómodos con sus personajes. Zachary Quinto ya es Spock al 100%, esto quizás se deba a la manera en la que Pegg lo escribió, pero el personaje finalmente posee todas sus características. Chris Pine encontró el equilibrio entre su versión y la de William Shatner, diciendo algunas frases con su particular estilo sin sonar a parodia. Lo otro es el momento en el que utilizan Sabotage de los Beastie Boys para su ataque final. Escuchar ese clásico en el cine es una experiencia única y le va muy bien a la escena. Lástima que esto lo queman en los spots.
Star Trek Beyond es una película que pudo haber encontrado el equilibrio entre las diferentes historias que ha habido alrededor del Entrerprise y sus tripulantes pero desgraciadamente entregó un resultado bastante regular. Aún quedan historias por contar y espero que en ellas se le haga verdadera justicia a estos personajes. Este es un claro ejemplo de cuando el tener fans involucrados en el proyecto no te garantiza un buen resultado.
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