8 feb 2008

¡¡¡Ésta es la reseña de Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street!!!

Por fin. Hemos esperado a que llegase éste día. Después de meses subiendo imágenes, videos, el musical con Angela Lansbury y muchas mentadas a Warner México por no apurarse –que ya subieron una página oficial para latinoamérica, a buena hora-, por fin nos llega a las pantallas Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street.

Si, los integrantes de La Escotilla ya vimos la cinta en una copia bastante pinche y hemos estado escuchando el soundtrack diariamente, pero créanme, hemos estado esperando ver ésta joya en la pantalla grande.

Bien, antes de entrar a los detalles de la cinta, es momento de aclarar algunas cosas:

- Si, es un musical, por lo cual si usted, querido lector, los aborrece, créame, éste vale mucho la pena. Es una historia oscura y no hay escenas ni canciones estilo Sound of Music o Grease.

- Lo bueno con el punto anterior es que tiene la propiedad de ahuyentar a los putos niños emo, los cuales se acercarán a la cinta pensando “ah, es la nueva de Tim Burton, es oscuro y depresivo como nosotros... ¿a poco es de una película suya la calaca que tengo en mi morral?” y apenas escuchen a Johnny cantar... saldrán espantados de la sala.

- Es clasificación C ya que contiene bastante sangre. Para los que les agrade esto, es muy probable que salgan contentos. A esto le agregamos que los putos emos quinceañeros no podrán entrar.


Ya explicados los puntos anteriores y esperando que ya hayan visto la cinta mientras leen ésta parte, empecemos con mi reseña/artículo.

Por medio del flashback mostrado mientras cantan No place like London, el mundo lo vemos a través de los ojos de Sweeney, ya que todo era color y vida antes de que lo apartasen de su mujer e hija. El Londres al que llegamos junto con él está en tonos grises y azules, opaco, carente de vida y repleto de gente corrupta, tal y cómo se le mostró al perder su vida anterior a manos del Juez Turpin. La actitud de Sweeney en ésta parte tiene la finalidad de quitarle a Anthony su ingenuidad, la cual evidentemente tenía antes de ser encarcelado. El mundo que ve Sweeney está enfocado a todo lo negativo, pero aún no pierde la esperanza de que su esposa e hija lo estén esperando. Más adelante vemos que Mrs. Lovett le ofrece volver a un mundo lleno de color, pero simplemente ya no encaja, en ese mundo solo podría existir como Benjamin Barker.

En el Londres de Sweeney Todd, solo existen tres personas –bueno, dos al final- que están libres de pecado: Toby, Anthony y Johanna. En lo que respecta a los adultos, todos muestran sin pudor su deshonestidad y corrupción.

Un punto muy interesante e irónico es que Sweeney se convierte en lo que tanto odia. Después del primer intento de asesinato contra el Juez Turpin, Sweeney declara que todas las personas merecen morir, sin excepción alguna, haciendo que Mrs. Lovett se convierta en su propio Bedel Bamford. El modo de juzgar de Turpin tiene la misma base que el de Sweeney: de una forma u otra, una persona merece morir por las cosas que ha hecho o hará en el futuro.

El amor sucumbe ante la venganza. Sweeney Todd inicia sus actos por el amor que perdió al creer que su esposa, Lucy, estaba muerta y que nunca volvería a ver a su hija, Johanna. El mantiene una imagen de su esposa e hija, imagen que forma parte de aquel mundo que abandonó quince años atrás, pero con los años sin duda se va debilitando. De Lucy solo recuerda que era hermosa y de Johanna solo le queda lo que su imaginación ha forjado, cómo luciría con sus 15 años. Al darle más importancia a cobrar su venganza, deja en segundo plano las razones que lo llevaron a actuar así, dándole muerte a Benjamin Barker por completo para así darle control total a Sweeney Todd.

El momento clave de éste cambio se da cuando el Juez Turpin se presenta en su barbería. Sin duda era algo que esperó por quince años, pero no pensaba que fuese a suceder tan rápido. Sweeney tiene miedo de hacerlo de golpe, sin disfrutar el momento, lo que lleva a que sean interrumpidos por Anthony el cual revela su plan para salvar a Johanna y el Juez asegure que nunca más volverá. Es en ésta parte que Sweeney Todd toma todo el control, quedando atrás todo rastro de humanidad y dándose la tarea de acabar con todas las personas, ya que todos merecen morir, tenga conocimiento o no sus pecados. Su esposa queda en su recuerdo y se despide de la esperanza de ver de nuevo a su hija, solo queda eliminar personas hasta llegar de nuevo al Juez Turpin.

Al poseer solamente sombras de sus seres amados, Sweeney los deja en un segundo plano, a tal punto en el cual llega a tener frente a él a su esposa e hija, el encuentro que tanto anheló, solo para que terminase asesinando a su esposa quien, irónicamente, si lo reconoció a pesar de la locura que le generó el envenenamiento y para que viese a su hija, hermosa, pálida y con cabellos amarillos, tal y como la había imaginado, para solamente decirle que olvidase su rostro. El destino le ofreció la reunión que esperaba, tuvo a su familia de nueva cuenta en su casa, pero le venció la obsesión de tener de nuevo al Juez Turpin a su merced.

En el caso de Mrs. Lovett, su amor por Sweeney la lleva a ocultarle la verdad sobre Lucy, a participar en sus asesinatos, en traicionar a Toby, quien en verdad le ofrecía su amor y, finalmente, a su muerte en manos de su amado. Con Mrs. Lovett, su obsesión por ser la mujer en la vida de Sweeney fue la que le llevó a su terrible final.

Es con Sweeney, Mrs. Lovett y Toby que se cierra un círculo el cual conduce a la fatalidad. La obsesión que generó el amor no les permite ver a quienes en verdad se preocupan por ellos.

En lo que respecta a la adaptación, debo decir que es muy buena. En verdad mantuvieron la esencia del musical de Stephen Sondheim, además de complementarlo con la visión única de Tim Burton. Burton logra meter a Sweeney en su universo. Las calles de Londres recuerdan sin duda a las vistas en Corpse Bride, los peinados de Sweeney y Mrs. Lovett te indican que sus ilustraciones están presentes, la apariencia de Johanna es similar a la del personaje de Christina Ricci en Sleepy Hollow. Como siempre sucede en sus cintas, Sweeney Todd es un festín visual.

Bueno, espero que vayan a ver ésta cinta al cine o, de menos, verla en la copia DVDScreener que ya anda rondando por la red. A quienes no les gusten los musicales, insisto: dense la oportunidad de conocer a Sweeney Todd, no se arrepentirán. Para los que ya la vieron y salieron encantados: nuevamente les invito a ver el musical, lo pueden ver en éste post con subtitulos en español. La actuación de Angela Lansbury es impresionante.

Vayan por una rasurada con su buen amigo Sweeney o por un pay de carne con Mrs. Lovett y no olviden comentarnos su experiencia.

3 comentarios:

Poet@ EnRED@do dijo...

Tardó en llegar, la hizo de pedo, parecía que venía, pero siempre no... y al final... llegó Sweeney... aunque con mucho menos fuerza de la que yo imaginaba (hablado de la audiencia en general)... Es claro que yo no la vi en Polanco-Polanco, ni cerca de ninguna Fuente-Fuente, pero el cine estaba a menos de su capacidad total, lo cual fue una sorpresa para mi, sobre todo, tratándose de una película que llevaba 3 días en cartelera... Antes de mi comentario de la cinta, debo recordar que gusto mucho de los musicales, por lo que, al saber de Sweeney, quise mantenerme lo más "virginal" posible antes de verla, incluso me brinqué los posts de La Escotilla donde se mencionaba, para tener una experiencia lo más libre de expectativas posible... y no me defraudó. Desde la secuencia inicial hasta los créditos finales se nota la naturaleza obscura de la historia, y la música te va guiando de tal forma que no hay chance de que pierdas esa línea. Debo confesar que, como toda película, y, más aún, todo musical, tiene su fase de "meseta" en la que, siendo sinceros, sí llegué a dar uno que otro parpadeo más prolongado de lo normal, pero eso se lo atribuyo a mi cansancio crónico y a que toda película tiene esa parte... afortunadamente, en Sweeney es corta esta meseta, y continúa en un clímax, prácticamente hasta el final.

En resumen, la historia de Sweeney sí te logra involucrar con todo el sentimiento que guarda el personaje, y te logras conectar más allá de simplemente ver una película en la que cantan unos monitos y ya. Ampliamente recomendable, la música es sinceramente una joya (en muchas partes me recordó la de Wicked, aunque mucho más oscura) y la sorpresa de la gran voz que posee Johnny Depp es algo que se agradecerá durante mucho tiempo...

Unknown dijo...

Es una excelente cinta, por muchas razones me gustó la película, la primera es que el guapo de Jhonny Deep está en ella, y por otro lado creo que se nota el sello del guionista J. Logan que a pesar de ser un musical, supo adaptar muy bien los diálogos. Es buena la cinta además la caracterización es perfecta.

Angel Reyes dijo...

Hola, Sofía, gracias por leer y comentar. Coincido contigo, eso de adaptar los diálogos para las versiones cinematográficas de los musicales no es algo sencillo, sin embargo, aquí lograron hacerlo sin perder la esencia del original.