3 nov 2017

Thor: Ragnarok. Cómo convertir una historia épica en una mala comedia.



 Lo que aparentemente era una maquinaría perfecta llamada Marvel Cinematic Universe ha ido mostrando sus múltiples fallas. Las conexiones que tanto prometían han sido evadidas en cine y televisión, su línea temporal carece de consistencia alguna y sus guiones se han vuelto cada vez más simples. El constante anuncio de la llegada de Thanos ha sido tal que es imposible que alcancen el nivel de anticipación de los fans. Thor es la última película de Marvel para el 2017 y prometía ser lo que tantas veces han anunciado: Una historia que cambiará por completo la vida del protagonista. ¿Qué cosas cumple y qué cosas no? Empecemos con los spoilers.

 Taika Waititi, el director de esta nueva entrega, es el clásico tipo creído el cual se siente un genio amado por todos. La gente lo tiene catalogado como "un tipo muy chistoso y creativo", pero en realidad es insoportable. Durante toda la producción y promoción de la película no ha soltado más que estupideces. Unas cuantas muestras aquí, aquí y aquí. ¿Por qué Kevin Feige y compañía no le pusieron un alto? Sencillo: Sabían que la película funcionaría para la audiencia promedio gracias a Guardians of the Galaxy. Lo más impresionante es ver que, a comparación, las 2 películas de Guardians parecen Downtown Abbey. Lejos quedaron aquellos días en los que se buscaba a un director en particular para que le diera el tono correcto a cada cinta. ¿Qué caso tenía tener a Kenneth Branagh de director de la primera para que al final utilizaran a alguien al que solo le interesa el humor de pastelazo? 

 El guión es un desastre total. Mientras muchos elementos conectan con las cintas anteriores de Thor y Avengers (aunque Taika juraba que era una historia stand-alone, totalmente independiente), la historia que estuvieron contruyendo alrededor de Thor se fue a la basura. ¿Te importaban los Warriors Three, grandes amigos de Thor? Ah, pues aquí los matamos en menos de un minuto. Dos de ellos ni siquiera tienen diálogos. ¿Lady Sif? Ni siquiera aparece. ¿Jane Foster y su equipo? Haremos que una ciudadana anónima nos diga que ella y Thor se separaron, a pesar de que no tiene sentido alguno que ella sepa algo así. ¿Odin? Le damos una salida completamente indigna, haciéndolo desaparecer mágicamente porque Anthony Hopkins nos sale demasiado caro. Es como un castigo por haber prestado atención y haber conectado emocionalmente con los personajes. ¿Qué tenemos en su lugar? Una valquiria genérica y un montón de alienígenas buscando hacerse los graciosos... y Jeff Goldblum. Ok, con él no puedo enojarme, pero debo aceptar que es él interpretándose a sí mismo y nada más. 

 Existe un lugar en el infierno para aquella persona que le hizo creer a Chris Hemsworth que era gracioso. Estoy completamente de acuerdo en que los personajes presenten desarrollo y vayan cambiando conforme avanzan sus historias. Es algo básico en cualquier relato. El problema aquí es que Thor pasa a ser de un semi-dios a una combinación entre personaje de los Looney Tunes y Los Tres Chiflados. Si, el personaje siempre ha tenido sus momentos de humor, pero habían sido manejados con cuidado, sin traicionar la esencia del personaje. Ahora lo tenemos ofreciendo monólogos de caricatura, golpeándose con todo, siendo la torpeza absoluta. ¿Lo peor? Esto se lo debemos al infame remake de Ghostbusters del año pasado. Hemsworth se había aburrido de interpretar a Thor y, gracias a su aparición en Saturday Night Live y Ghostbusters, decidió que era momento de cambiar al personaje. Marvel le aplaudió la idea. Por cada chiste que le sale bien, hay otros 30 que fallan miserablemente. 


 La aparición de Hulk y la pseudo-adaptación del comic Planet Hulk también resultan bastante irregulares. Nunca terminan de decidirse. Banner ya no controla a Hulk, al nivel de permanecer transformado durante 2 años y no recordar nada. ¿Por qué lo hizo? ¿Para no afrontar su separación de la forzadísima relación que le crearon con Black Widow? Hulk ya puede articular más palabras e incluso interactuar sin necesidad de golpear. A esto me refiero con desarrollar a los personajes. Banner sigue igual y lo justifican, ya que estuvo prácticamente dormido durante todo ese tiempo. Estos puntos quedaron bien, pero siguen demostrándonos que no tienen ni idea de qué hacer con este personaje.  


Algo que definitivamente es un golpe bajo (el cual muchos fans no querrán aceptar) es la copia vil que Waititi hace al estilo visual de Zack Snyder, particularmente al inicio de Wonder Woman. Los mismos que llevan años diciendo que las secuencias de Snyder se ven "falsas" ahora aplauden el flashback donde Hela pelea contra las valquirias. ¿Que no se supone que DC era quien estaba intentando ser como Marvel? Esta es de las copias más descaradas que han hecho. 

 Entre todo este desastre, ¿qué funciona? Hay pocas cosas... muy pocas. La aparición de Doctor Strange se agradece bastante. Él es un ejemplo de cómo incluir humor sin traicionar a tu personaje. A pesar de que aparece por poco tiempo, es evidente que Strange ya es mucho más experimentado. La pequeña interacción que tiene con Loki también es bastante buena. Hablando de, Tom Hiddleston ya tiene más que perfeccionado a Loki, quien mantiene su esencia e incluso conflicto interno entre lo bueno y lo malo. A diferencia de Thor, aún no domestican al que hasta ahora ha sido el mejor villano del MCU. Cate Blanchett como Hela posee cierto encanto. Sufre del problema de los villanos cinematográficos de Marvel (no ser una verdadera amenaza), pero al menos trabaja bastante bien con lo que le dieron.


Thor: Ragnarok es la película con la que confirmamos que a Marvel ya no le importa la audiencia que los hizo triunfar en la pantalla grande. Lo importante es que cada película sea consumida por la mayor cantidad de personas, a pesar de que esto signifique que tengan fecha de caducidad. 

1 comentario:

Julián dijo...

Más allá de que tan irregular fue la película hay que admitir algo... el cameo de Matt Damon fue ÉPICO!!! 😂