Chapter 27 o "¿Qué pasaba por la mente del asesino de John Lennon?"

Una de las preguntas que llegan a escuchar los Beatlemaniacos es “¿A quien odias más? ¿A Mark David Chapman o a Yoko Ono?”. La respuesta que he llegado a escuchar es que algunos odian más a Yoko, porque consideran que Chapman fue la pieza final para hacer de John Lennon la leyenda que es ahora. Desde el momento en el que disparó a quemarropa contra Lennon, Chapman recibió la atención que tanto deseaba, fuera por algo bueno o malo, él sólo quería que lo voltearan a ver.

Después de muchísimas canciones por diferentes cantantes y grupos (entre ellos George Harrison, David Gilmour, Marilyn Manson y Ozzy Osbourne), aparecen dos cintas que cuentan la historia de Chapman y el fatídico día en el que nos arrebató a uno de los genios musicales más grandes del Siglo XX. Una de ellas es The Killing of John Lennon, de Andrew Piddington, la otra de la cual hablaré a continuación, es Chapter 27, del debutante J. P. Shaefer, estelarizada por Jared Leto y Lindsay Lohan.

Éste film independiente ha tenido ataques por parte de grupos de fans, asegurando que “la película glorifica los actos de Chapman y le dan la fama que tanto desea desde su celda”. La cinta no ha encontrado distribuidora en EUA, esto debido a las malas críticas que recibió en el Festival de Sundance y el boicot de los fans.

Yo me considero un gran fan de The Beatles (creo que con el alias que utilizo aquí más de uno ya se dio cuenta) y creo que no es posible darle más fama a Chapman, nada relacionado con él podría superar el impacto de la acción que lo dio a conocer. Dejando esto en claro, inicio formalmente éste post.

Para darle vida a Mark David Chapman, el elegido fue Jared Leto (si, el Emo kid de 30 seconds to Mars), el cual subió 28 kilos para interpretar al asesino. Esto sin duda demostró el compromiso de Leto hacia el personaje (pueden ver el antes y después de este incremento de peso aquí). Lindsay Lohan interpreta a Jude, una chica la cual conoce en el exterior del Edificio Dakota en Nueva York, última residencia de John Lennon. Mark Lindsay Chapman interpreta a John Lennon, aunque en contadas ocasiones le prohibieron ese papel ya que su nombre es casi igual al del asesino (esto es ironía pura).

La cinta cuenta la llegada de Chapman a Nueva York con la finalidad de conocer a John Lennon y ponerle fin a su existencia. En ningún momento te muestran el punto de vista de Chapman desde el ángulo de “soy de lo más chingón y haré algo de poca madre” como piensan muchos fans -que en lo personal considero que ese ángulo es el que tomaron los realizadores de la cinta Helter Skelter, la cual cuenta la historia de Charles Manson- en realidad muestra el conflicto que vive en su interior desde el momento en el que llega a Nueva York. Es espeluznante ver que el fanatismo de Chapman es muy común encontrarlo en millones de personas actualmente.

Al llegar al exterior del Dakota, Chapman está rodeado de personas que comparten el mismo gusto que él, la identificación que siente Chapman te la llegan a transmitir al ver que al personaje de Lindsay Lohan repentinamente le dicen “Hey, Jude!”, ya que es el nombre de su personaje, pero de inmediato identificas la referencia.

Mark Chapman compra el “Double Fantasy” de Lennon y Ono, mientras nos explica el porqué le agradan tanto los Beatles, mostrándonos que su identificación a primera vista es común y corriente –porqué su frase de “creo que sus canciones las hacían solamente para mí” y sus variantes se las he escuchado a todo el que es fan de algún cantante o grupo- pero todo vale enteramente madres cuando se topa con una contradicción y muestra de hipocrecía: ¿Cómo podría cantar Lennon acerca de no tener posesiones e igualdad en Imagine cuando tenía una gran fortuna? (que en lo personal no lo había visto desde ese ángulo, pero en ese punto Chapman estaba en lo cierto, esa madre es tan contradictoria como cuando los muerde-pollas de Rage Against the Machine se hospedaron en el Four Seasons cuando vinieron a México).

Hay un momento donde nos muestran a Chapman comprando una revista para caballeros (estilo Playboy) con una entrevista con Lennon incluida, una pluma nueva para cuando le firmaran el Double Fantasy y una postal del Mago de Oz. Es aquí cuando vemos de lleno el interior de Chapman: él es una fusión de los 3 compañeros de Dorothy, seres con carencias que, al toparse con una guía como el camino amarillo (en su caso los discos de los Beatles), creen que es un medio que los llevará a alguien que los hará completos, les dará los elementos que necesitan para tener paz interior y unidad. Todo esto sin olvidar que en las Biblias de los hoteles donde estuvo siempre buscaba el Evangelio de Juan para agregarle Lennon (The Gospel of John Lennon), justificando por medio de su religión el fanatismo que poseía.

A ésta manera de pensar se le suma su otra gran identificación: Holden Claufield, protagonista de la novela The Catcher in the Rye, quien no soporta la hipocrecía, fealdad y estupidez del mundo que le rodea. Con ésta mezcla de creencias, Mark David Chapman decide que debe ser él quien le de balance a las cosas, un castigo justo –ante sus ojos- aunque esto signifique perder a su guía, su Mago de Oz.

Cuando en la película muestran el 8 de diciembre de 1980, vemos cómo el conflicto interno de Chapman está en el punto de ebullición, una parte de él desea irse y no hacer absolutamente nada, mientras que la otra (a la cual podríamos llamarle Holden Claufield) desea seguir a la espera hasta que Lennon aparezca. La decisión de permanecer en Nueva York llega por medio de Jude, quien saluda a Mark nuevamente con una referencia a los Beatles, diciéndole “Hey Mark, don’t make it bad”. Esta frase (obviamente dudo mucho que se la hayan dicho tal cual en la vida real) es la señal que Chapman esperaba: debía quedarse en Nueva York y esperar por Lennon, pero posiblemente no matarlo.

Volviendo al exterior del Edificio Dakota, Chapman se entera por medio de un fotógrafo que el exterior de dicho edificio fue utilizado por el Director Roman Polanski para la cinta El Bebé de Rosemary. Para Chapman la conexión era más que obvia: la esposa de Polanski, cineasta quien utilizó el Edificio Dakota –hogar de Lennon- para una película sobre el hijo del Diablo, había sido asesinada por la banda de Charles Manson, asesino quien aseguraba que los Beatles le habían encomendado esa tarea con la canción Helter Skelter y otros tracks del famoso White Album. Chapman vio en Manson a otro personaje de la tierra de Oz el cual había seguido aparentemente el mismo camino y cuyo desenlace lo llevó a muertes diabólicas. Es aquí cuando Chapman ve que no hay otra opción.

En un momento el cual no se si recuerde Sean Lennon (el cual se mostró en contra de la participación de su amiga Lindsay Lohan en la cinta), Chapman lo saludó en Central Park explicandole que era un gran fan de su padre y esperaba conocerlo.

Ante su obsesión harta a Jude y a los vigilantes del Dakota, quedando de nuevo solo. Él se mantiene afuera del edificio abrazando sus copias del Double Fantasy y de Catcher in the Rye, una muestra de que se mantendría firme a sus creencias hasta conseguir su objetivo. A las 5 de la tarde Lennon y Yoko salieron del Dakota rumbo al estudio... Chapman consiguió acercarse y obtener su deseado autógrafo (este momento fue capturado en una foto la cual después causaría gran impacto). Chapman no se atrevió a darle fin a Lennon en ese momento, además de no quedar satisfecho a pesar de ya tener un autógrafo y una fotografía del momento (carajo, esto como me recuerda a casos que he llegado a ver con varias bandas, hay enfermos así en nuestro país).

Esperando el regreso de Lennon, Chapman siguió con su conflicto... y fue a las 10:30 de la noche que tomó la decisión que todos conocemos al ver a John y Yoko de regreso. Su copia de Catcher in the Rye tenía escrito que esa era su declaración, el porqué había dado fin a la vida de John Lennon.

La partida de John Lennon fue para muchos la muerte del Último Gran Símbolo Hippie, el gran activista que hablaba por millones para ponerle un fin a las guerras en el mundo, aquel que logró hacer una revolución desde su cama. En ese aspecto muchos podrían hacer una analogía de su muerte y vida con Gandhi, ya que ambos murieron a causa de la violencia que tanto deseaban erradicar en manos de personas que aprovecharon esa apertura hacia los demás seres humanos. Lennon tocó la vida de millones de personas las cuales, como comenté anteriormente, coincidian en algunas cosas con la manera de pensar de Chapman, como la identificación con las letras, que ellas encajaran perfectamente en un momento de tu vida.

Los intentos para que Chapman quede en libertad se han dado desde su encarcelamiento. Su abogado intentó probar su inocencia declarándolo "enfermo mental". Durante audiencias en el 2000, 2002 y 2006, a Chapman se he han negado apelaciones como resultado de decisiones del juzgado como el que "dejarlo salir a 22 años del crímen sería restarle seriedad", cartas por parte de Yoko Ono y peticiones online firmadas por miles de fans para no dejarlo salir nunca.

El 8 de diciembre del 2006, Yoko Ono publicó un anuncio donde declaraba que, a pesar de que ese día debería ser "el Día del Perdón", ella aún no perdonaba a Mark Chapman por sus actos y que aún no está preparada para hacerlo. Sin duda millones de fans comparten ese sentimiento y creo que, al más puro estilo de Batman Begins, una de las razones por las que mantienen tras las rejas a Chapman es por su protección de los millones de fans que estarían encantados de matarlo a golpes, en lugar del peligro que él le pueda causar a la sociedad estando de nuevo en ella.

La cinta apareció a finales de marzo en la red, la copia es DVDRIP, por lo que se ve y escucha muy bien. Ante la falta de distribuidora para EUA, es poco probable que la podamos ver pronto en las salas de nuestro país, así que la opción es bajarla de la red o comprarla con su pirata de confianza.

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The Walrus. (Goo goob ga goob)