23 ene 2013

Django Unchained: Confirmando que Tarantino ya no es lo que era.

  Django Unchained sería una película bastante entretenida... si solamente durara 1 hora y 11 minutos. Llevo años diciendo que Tarantino ha perdido el toque y que ha sufrido de la Teoría Unificadora de la Vida de Sickboy. Tuvimos Inglorious Basterds, he visto partes cada que la pasan en la televisión de paga y desafortunadamente no ha mejorado con el paso del tiempo, en especial las escenas de Shoshanna. Como es costumbre, Tarantino anunció este proyecto lleno de emoción, asegurando que sería una excelente película. La campaña publicitaria era extensa, pero no me llamaba en lo más mínimo. Tendríamos de vuelta a Christoph Waltz, pero nada nos aseguraba que su actuación fuese a ser diferente a lo visto en Basterds. Leí las primeras 11 páginas del comic y, citando de algún modo a Calvin Candie, antes tenían mi curiosidad, ahora tenían mi atención.

 La película inicia bastante bien, es fluida, los diálogos son buenos y la presentación de cómo se gana la vida Schultz es excelente. "Esto va bastante bien, no es como lo que hacía antes, pero de menos va fluyendo", pensé mientras Django decidía vestirse como Austin Powers para realizar su primera misión. Tenemos la escena de las capuchas que recuerda al diálogo clásico de Tarantino y un poco a Family Guy, inicia su entrenamiento, termina el invierno... y la película se va al carajo. Hora de meter escenas que merecían quedarse en la sala de edición, con personajes que salen sobrando y un ritmo totalmente ausente. Si, Samuel Jackson es muy bueno y Leonardo DiCaprio tiene sus momentos, pero la atención que se habían ganado ahora estaba en mi celular y el reloj, esperando que ya terminara. Lo peor es ver que, al igual que con Basterds, tenemos una escena en la cual el gran plan se ve frustrado, dejándonos con muertes pésimas y más escenas de relleno, una de ellas siendo el cameo de Tarantino, quien en Pulp Fiction hasta llega a ser convincente, aquí solamente se ve como un capricho.

 Sé que el fallecimiento de Sally Menke, quien se encargaba de editar todas las cintas de Tarantino, podría tomarse como excusa del horrible cambio de ritmo, pero no veo que ese sea el caso. Inglorious Basterds sufre del mismo mal, con escenas que podrían haberse editado. El problema aquí, como ya lo dije años atrás, es que Tarantino ya está en su zona de comfort, enamorado con todo lo que sale de su cabeza y acostumbrado a que le aplaudan absolutamente todo. ¿Por qué tan buenas reseñas y calificaciones si es una miseria de 3 horas? Supongo que eso se debe a que se estrenó durante la temporada de premios. ¿Cuántos festines de hueva no se han estrenado durante esas temporadas y han sido alabadas por la crítica? Ya ni siquiera es necesario es irnos tan lejos y compararla con Pulp Fiction, estamos a 10 años de que se estrenó Kill Bill Vol. 1, la cual por mucho es superior a este intento de spaghetti western. 

 Para cerrar, hablemos un poco de la polémica con la comunidad afroamericana (¿o está bien decirle comunidad negra? Lo último que escuché es que ahora algunos se ofendían con lo de afroamericanos). A Tarantino le encanta la expresión "nigger", la ha usado muchas veces en sus películas. Si, como dijo Sarah Silverman, es una expresión utilizada en la época donde está situada la película, pero carajo, es evidente el abuso que él realiza con ella. Basta ver al personaje de Don Johnson, quien utiliza la expresión de un modo encabronadamente exagerado. Al parecer Tarantino no tiene problemas con la expresión y es claro que, así como Rodriguez se siente latino, Tarantino se siente negro.
 
 Django Unchained es una película la cual solo vale la pena verse una sola vez y eso solamente por la primera hora y las actuaciones de Waltz, Jackson y DiCaprio. ¿Alguna vez volveremos a ver una cinta de Quentin Tarantino que valga la pena? Lo dudo mucho.

 

 

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