28 ene 2008

A una semana de que Heath Ledger partió: ¿Qué ha ocurrido?

Se cumple una semana de la partida de Heath Ledger. Se ha investigado la causa de su muerte, se han encontrado en su últimas entrevistas comentarios los cuales en verdad impactan -en una de ellas declaró que no tenía problemas en morir ahora porque seguiría vivo a través de su hija-, celebridades en verdad dolidas por la pérdida -Daniel-Day Lewis le dedicó su SAG Award- y diversas ceremonias en su honor.

En cuanto a sus proyectos, aquí va la información.

Sobre The Imaginarium of Doctor Parnassus:

Primero se canceló el proyecto, despidiendo al equipo y dejando el material grabado en una bodega. Ahora se corre el rumor de que Johnny Depp, junto con otros 2 o 3 actores, terminarán la filmación, esto sería posible debido a que en la cinta el personaje de Heath Ledger tiene varias transformaciones, por lo cual varios actores pueden interpretar dichos cambios. Esto sigue siendo un rumor, pero podría realizarse ya que Depp está descansando como resultado de la huelga de escritores.

Sobre The Dark Knight:
Warner Brothers ha modificado el contenido del sitio oficial y de whysoserious para rendirle tributo a Heath. Se ha reportado y es muy evidente que la campaña viral fue afectada considerablemente. Hoy aparecieron nuevas imágenes de la cinta y muestran lo que a partir de ahora veremos: más atención a Batman.

En lo que respecta a Christopher Nolan, ésta semana Newsweek publicó el siguiente texto que él redactó:
"One night, as I’m standing on LaSalle Street in Chicago, trying to line up a shot for “The Dark Knight,” a production assistant skateboards into my line of sight. Silently, I curse the moment that Heath first skated onto our set in full character makeup. I’d fretted about the reaction of Batman fans to a skateboarding Joker, but the actual result was a proliferation of skateboards among the younger crew members. If you’d asked those kids why they had chosen to bring their boards to work, they would have answered honestly that they didn’t know. That’s real charisma—as invisible and natural as gravity. That’s what Heath had.

Heath was bursting with creativity. It was in his every gesture. He once told me that he liked to wait between jobs until he was creatively hungry. Until he needed it again. He brought that attitude to our set every day. There aren’t many actors who can make you feel ashamed of how often you complain about doing the best job in the world. Heath was one of them.

One time he and another actor were shooting a complex scene. We had two days to shoot it, and at the end of the first day, they’d really found something and Heath was worried that he might not have it if we stopped. He wanted to carry on and finish. It’s tough to ask the crew to work late when we all know there’s plenty of time to finish the next day. But everyone seemed to understand that Heath had something special and that we had to capture it before it disappeared. Months later, I learned that as Heath left the set that night, he quietly thanked each crew member for working late. Quietly. Not trying to make a point, just grateful for the chance to create that they’d given him.

Those nights on the streets of Chicago were filled with stunts. These can be boring times for an actor, but Heath was fascinated, eagerly accepting our invitation to ride in the camera car as we chased vehicles through movie traffic—not just for the thrill ride, but to be a part of it. Of everything. He’d brought his laptop along in the car, and we had a high-speed screening of two of his works-in-progress: short films he’d made that were exciting and haunting. Their exuberance made me feel jaded and leaden. I’ve never felt as old as I did watching Heath explore his talents. That night I made him an offer—knowing he wouldn’t take me up on it—that he should feel free to come by the set when he had a night off so he could see what we were up to.

When you get into the edit suite after shooting a movie, you feel a responsibility to an actor who has trusted you, and Heath gave us everything. As we started my cut, I would wonder about each take we chose, each trim we made. I would visualize the screening where we’d have to show him the finished film—sitting three or four rows behind him, watching the movements of his head for clues to what he was thinking about what we’d done with all that he’d given us. Now that screening will never be real. I see him every day in my edit suite. I study his face, his voice. And I miss him terribly.

Back on LaSalle Street, I turn to my assistant director and I tell him to clear the skateboarding kid out of my line of sight when I realize—it’s Heath, woolly hat pulled low over his eyes, here on his night off to take me up on my offer. I can’t help but smile."
Traducción:
"Una noche, mientras estoy en la calle LaSalle de Chicago, preparando una toma para “The Dark Knight”, un asistente de producción se atravesó con su patineta por mi área de grabación. En silencio, maldigo el momento en el cual Heath patinó por primera vez en el set completamente caracterizado. Me preocupé de la reacción que tendrían los fans de Batman al ver a un Joker patinador, pero el resultado fue la proliferación de patinetas por parte de los miembros más jóvenes del equipo. Si le preguntas a esos chicos porqué llevaban sus patinetas al trabajo, habrían respondido con honestidad que no sabían. Ese es el verdadero carisma, tan invisible y natural como la gravedad. Eso es lo que Heath tenía.

Heath estaba lleno de creatividad. Era evidente en todos sus gestos. Él me comentó qué le gustaba esperar entre trabajos hasta que estuviese hambriento de creatividad. Hasta que lo necesitase de nuevo. El tuvo esa actitud siempre que llegaba al set. No hay muchos actores que te hagan sentir avergonzado de cuantas veces te quejas por tener el mejor trabajo del mundo. Heath era uno de ellos.

Una vez, él y otro actor estaban filmando una escena compleja. Teníamos dos días para grabar y al final del primer día, al fin tenían algo y Heath estaba preocupado que eso se perdiera si paraba. Es difícil pedirle al equipo que labore hasta tarde cuando todos sabíamos que teníamos mucho tiempo para terminar al día siguiente. Aparentemente, todos entendieron que Heath tenía algo especial y que debíamos capturarlo antes de que desapareciera. Meses después, me enteré que, mientras Heath se retiraba del set aquella noche, agradeció a cada miembro del equipo por quedarse hasta tarde. Silenciosamente, sin intentar explicarse, solo contento de la oportunidad para crear que ellos le dieron.

Esas noches en Chicago estuvieron llenas de acrobacias y efectos. Esto puede ser aburrido para un actor, pero a Heath le fascinaba, aceptando con entusiasmo nuestra invitación para abordar el auto de la cámara mientras perseguíamos vehículos entre el tráfico, no por la emoción del paseo, sino por formar parte de todo. Él llevaba su laptop en el auto, así que tuvimos un par de proyecciones a toda velocidad de sus proyectos en progreso: cortometrajes que él hizo los cuales eran emocionantes y espeluznantes. Su exuberancia me hizo sentir opacado y obsoleto. Nunca me he sentido tan viejo como cuando vi a Heath explorar su talento. La noche que le ofrecí –sabiendo que no lo aceptaría- de que podría venir al set las noches que tuviese libres para ver qué estábamos haciendo.

Cuando llegas a la suite de edición después de filmar una película, te sientes responsable ante un actor el cual ha confiado en ti, y Heath nos dio todo. Al iniciar mi corte, me cuestionaría acerca de cada toma que eligiésemos, cada ajuste. Visualizaría la proyección en la cual le mostraríamos el film terminado –sentado tres o cuatro filas detrás de él, observando los movimientos de su cabeza por pistas de qué estaría pensando sobre lo que hicimos con todo lo que nos dio. Ahora esa proyección nunca será real. Lo veo todos los dias en mi suite de edición. Estudio su cara, su voz, y lo extraño terriblemente.

De vuelta a la calle LaSalle, veo a mi asistente de dirección y le digo que quite a ese chico de mi zona de visión cuando me doy cuenta que es Heath, con un sombrero cubriendo sus ojos, en su noche libre para aceptar mi invitación. No puedo evitarlo y sonrío."

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