Empiezo a escribir ésta reseña y sigo sin creer lo mala que es This is Not a Movie. Citando de cierto modo a Mister Plinkett: "This is Not a Movie es lo peor que ha salido desde ¿Y Tú Cuánto Cuestas?". El acercamiento que he tenido con los proyectos de Olallo Rubio ha sido algo complicado. Lo que me ocurrió con YTCC fue de lo más jodido (lo relato en los comentarios del post del buen Yami, para leerlo, click aquí) y fue tal mi disgusto que dejé de bajar el podcast. De éste modo me quedé sin escuchar la tercera temporada. Fue hasta inicios del año pasado que, a falta de material qué escuchar en los trayectos al trabajo, decidí bajar la tercera temporada del podcast. En dicha temporada hay programas bastante buenos, además de que hace su aparición el Webmaster, uno de los personajes más memorables junto con El Profesor. Poco tiempo después apareció el anuncio de una cuarta temporada la cual, si bien podría ser la más floja de las cuatro, contiene varios programas que vale la pena escuchar.
En los últimos programas, Olallo habla acerca de This is Not a Movie, esto junto con la premisa, los comentarios de Peter Coyote y el trailer me provocaron suficiente curiosidad como para querer ver la película. La idea del personaje esperando el fin del mundo en un hotel de Las Vegas mientras analiza su conflicto interior sonaba bastante bien, desafortunadamente, el producto final es un pinche caos.La cinta se estrenó el pasado viernes y por fortuna está en un cine cercano a mi casa. Leí algunos comentarios negativos durante el fin de semana, pero preferí darle el beneficio de la duda, Olallo no tiene madera para hacer documentales, pero algunos de los guiones del podcast son bastante efectivos, así que veía la posibilidad de que fuera una película decente en el peor de los casos. Qué equivocado estaba.
La película inicia bastante bien, promete, el monólogo inicial, aunque con sus partes mamonas, logra explicarnos por qué la historia se sitúa en ese lugar. Pete Nelson empieza a conversar con su otro Yo de una manera interesante, plasmando el conflicto entre el Yo que se muestra ante la sociedad y el Yo que vive en el interior, que deja ver las verdaderas actitudes y deseos de Pete. Todo se prepara para iniciar un diálogo interno donde se cuestiona por qué a pesar de ser el fin del mundo, Pete Nelson sigue sometido a las reglas de la sociedad y esperando que el sistema cumpla sus promesas. En eso se pone una televisión en la cabeza, luciendo como la mascota de Telehit, se dan los créditos iniciales, aparece el Pete hippie, el fantasma de Jimmy... y todo se va al carajo. Los personajes empiezan a desvariar, es como si de repente Olallo ya no supiera de qué chingados escribir, desconociendo hacia qué punto va Pete y sus alter egos. ¿Qué decide aplicar? Hacer de su bloqueo de escritor y falta de imaginación parte de la historia, provocando que los personajes cuestionen si están o no en una película. Poniendo a Jimmy como lo que seguramente es, el sobreviviente de algún guión que quedó a medias y "justificando" los clichés y pendejadas al poner a alguno de los personajes señalándolos. A esto se le suman interrupciones por parte de trailers que no tienen que ver un vil carajo con la trama principal, solamente quedan como cosas que a Olallo y a sus cuates se les hicieron chingonas cuando lo comentaron en alguna peda. Sí, los posters de dichos trailers salen al final dentro del ovni de The Man, pero ese detalle vale para dos cosas, ya que nunca logran generar curiosidad en el espectador, nunca hubo un "no, a ver, ¿eso de dónde salió?".
Las diversas partes que integran al protagonista, Pete Nelson, nunca terminan de agarrar forma. El Pete del sombrero -con un look y actitud muy similares las de Budd en Kill Bill- empieza como el Yo que demuestra los verdaderos deseos, pero acaba siendo una mera excusa para intentar conseguir risas de la audiencia al exigir constantemente sexo y decir alguna groseria en español, porque "cómo es cagado escuchar a un gringo decir groserías en español". El Pete Hippie no aporta ni como parte de la mente de Pete ni como un personaje cómico, ya andando con clichés, ese Pete debería haberse encargado de pedir alcohol y drogas, pero el Pete del sombrero ya cubre ese aspecto. Es aquí donde Olallo se pone a la defensiva y empieza a "demostrarnos" que sí sabe cómo escribir un guión, explicando la estructura y metiéndo las piezas con calzador para asegurarnos que su desmadrito está bien elaborado. Aquí es como si en una obra de teatro de alumnos de secundaria tuvieramos a un actor el cual, al olvidar sus líneas y de paso actuar del carajo, repentinamente viera al público ante las rechiflas y les explicase que él sabe actuar, que todos son ignorantes y que no saben apreciar una buena improvisación. La película pasa a ser una mera justificación de su parte, es un "no se me ocurrió qué chingados escribir, pero en serio, yo sé cómo hacerlo".
Con Pete Nelson, Olallo quiso conectar con una generación, en parte por eso buscó y consiguió a Edward Furlong, a quien todos recordamos por ser John Connor en Terminator 2. Desafortunadamente, al ser Pete Nelson un personaje que nunca se define, la oportunidad de tener a Furlong se desperdicia. Bien, juguemos con las reglas de This is Not a Movie. Pete Nelson no recuerda quien es. Por lo tanto, no tendremos un background tan grande con el cual trabajar, pero en ese caso deberíamos tener los datos suficientes como para lograr una identificación con el personaje. Tomemos como ejemplo al personaje de Jack en Fight Club, interpretado por Edward Norton. En Fight Club, nunca sabemos a detalle quien es Jack, pero contamos con elementos suficientes como para saber qué sucede en su mente, por qué cosas ha pasado y cómo la sociedad de consumo provocó que creara la válvula de escape llamada Tyler Durden. Es así que, a pesar de ni siquiera tener el nombre real del personaje -los fans se refieren a él como Jack por los artículos que leía y sus frases-, miles se identificaron con él, convirtiendo Fight Club en una cinta de culto. Mientras tanto, Pete Nelson nunca logra dar elementos suficientes como para que veamos algo de nosotros reflejado en él ni en sus otros yo.
This is Not a Movie es mucho peor que ¿Y tú cuánto Cuestas? ya que de menos en el documental Olallo tenía algo qué decir, a pesar de que todo era material reciclado de los podcasts "serios". Como ya dije, el podcast contiene elementos muy buenos, en los que se demuestra que Olallo todavía tiene cosas por ofrecer. Un amigo me comentó que preferiría ver una cinta de desmadre similar a los podcasts de Olallo y sus personajes. La verdad es que estoy de acuerdo con eso, el problema es que Olallo prefiere mamasearse y quererse ver como todo un intelectual, pero al final todo el show queda en un Epic Fail.
En lo que respecta a Peter Coyote y el final de la película, la presencia del actor queda en calidad de cameo en vez de ser uno de los protagonistas. Su personaje de The Man intenta ser una fuerza que está constantemente presente en la cinta a través de los diálogos de Pete, la computadora que aparece recordándonos el tiempo restante para el fin del mundo y cuya revelación al final debería resultar como todo un plot twist, el climax de la historia, la parte en la que la audiencia debería sorprenderse. ¿Qué ocurre realmente? Olallo se proyecta a través de The Man (aunque en las entrevistas diga que no se identifica con sus personajes) y le reclama a su personaje por no poder escribir algo decente. Toda ésta secuencia me recordó a las ocasiones en las que en el podcast aparece su otro Yo y le tira mierda, ventilando sus defectos. Lo peor es que hasta en el podcast ese conflicto llega a tener un punto de resolución y en la película queda como una verdadera pendejada. Todo lo que ocurre con el personaje de Coyote recuerda a Stranger than Fiction o The Truman Show, solo que en ese punto ya solamente estás esperando que la proyección termine.
Carajo, This is Not a Movie hace que la secuela de Donnie Darko parezca Blade Runner. En uno de los podcasts especiales de la película, Olallo comenta que siempre se le ha comparado con figuras internacionales. En radio le decían el Howard Stern mexicano, con YTCC le decían el Michael Moore mexicano y se preguntaba cómo le dirían con la salida de ésta película. No dudo que mucho chavito y fan from hell digan que es el David Lynch mexicano, pero creo que en éste caso le quedaría mucho más el Uwe Boll mexicano. Olallo se ha llegado a identificar con Kevin Smith y creo que ambos están en un punto donde deberían quedarse de tiempo completo en sus podcasts, con la diferencia de que Smith sí sacó buenas películas antes de perder el toque.
¿Hay algo que me haya gustado? El diseño de la habitación de hotel está muy chingón, lleno de detalles, se ve que ahí le metieron mucho amor, todo tiene alguna mención diabólica o mortal. También la aparición de Gene Simmons cuando se mencionan a los seres con alma oscura, con eso si solté una carcajada.
This is Not a Movie es una idea que nunca terminó de agarrar forma, un material donde se intenta ingresar a la complejidad de la mente humana pero que acabó en una película presuntuosa donde su creador trata de auto-afirmarse que realmente escribió algo bueno. Los fans from hell de Olallo van a estar a la defensiva justificándolo diciendo "pues el título te lo dice, Esto no es una película", pero si realmente esto es el resultado de 40 y tantos borradores, veo muy distante el día donde veámos una buena película escrita y dirigida por Olallo Rubio.
En los últimos programas, Olallo habla acerca de This is Not a Movie, esto junto con la premisa, los comentarios de Peter Coyote y el trailer me provocaron suficiente curiosidad como para querer ver la película. La idea del personaje esperando el fin del mundo en un hotel de Las Vegas mientras analiza su conflicto interior sonaba bastante bien, desafortunadamente, el producto final es un pinche caos.La cinta se estrenó el pasado viernes y por fortuna está en un cine cercano a mi casa. Leí algunos comentarios negativos durante el fin de semana, pero preferí darle el beneficio de la duda, Olallo no tiene madera para hacer documentales, pero algunos de los guiones del podcast son bastante efectivos, así que veía la posibilidad de que fuera una película decente en el peor de los casos. Qué equivocado estaba.
La película inicia bastante bien, promete, el monólogo inicial, aunque con sus partes mamonas, logra explicarnos por qué la historia se sitúa en ese lugar. Pete Nelson empieza a conversar con su otro Yo de una manera interesante, plasmando el conflicto entre el Yo que se muestra ante la sociedad y el Yo que vive en el interior, que deja ver las verdaderas actitudes y deseos de Pete. Todo se prepara para iniciar un diálogo interno donde se cuestiona por qué a pesar de ser el fin del mundo, Pete Nelson sigue sometido a las reglas de la sociedad y esperando que el sistema cumpla sus promesas. En eso se pone una televisión en la cabeza, luciendo como la mascota de Telehit, se dan los créditos iniciales, aparece el Pete hippie, el fantasma de Jimmy... y todo se va al carajo. Los personajes empiezan a desvariar, es como si de repente Olallo ya no supiera de qué chingados escribir, desconociendo hacia qué punto va Pete y sus alter egos. ¿Qué decide aplicar? Hacer de su bloqueo de escritor y falta de imaginación parte de la historia, provocando que los personajes cuestionen si están o no en una película. Poniendo a Jimmy como lo que seguramente es, el sobreviviente de algún guión que quedó a medias y "justificando" los clichés y pendejadas al poner a alguno de los personajes señalándolos. A esto se le suman interrupciones por parte de trailers que no tienen que ver un vil carajo con la trama principal, solamente quedan como cosas que a Olallo y a sus cuates se les hicieron chingonas cuando lo comentaron en alguna peda. Sí, los posters de dichos trailers salen al final dentro del ovni de The Man, pero ese detalle vale para dos cosas, ya que nunca logran generar curiosidad en el espectador, nunca hubo un "no, a ver, ¿eso de dónde salió?".
Las diversas partes que integran al protagonista, Pete Nelson, nunca terminan de agarrar forma. El Pete del sombrero -con un look y actitud muy similares las de Budd en Kill Bill- empieza como el Yo que demuestra los verdaderos deseos, pero acaba siendo una mera excusa para intentar conseguir risas de la audiencia al exigir constantemente sexo y decir alguna groseria en español, porque "cómo es cagado escuchar a un gringo decir groserías en español". El Pete Hippie no aporta ni como parte de la mente de Pete ni como un personaje cómico, ya andando con clichés, ese Pete debería haberse encargado de pedir alcohol y drogas, pero el Pete del sombrero ya cubre ese aspecto. Es aquí donde Olallo se pone a la defensiva y empieza a "demostrarnos" que sí sabe cómo escribir un guión, explicando la estructura y metiéndo las piezas con calzador para asegurarnos que su desmadrito está bien elaborado. Aquí es como si en una obra de teatro de alumnos de secundaria tuvieramos a un actor el cual, al olvidar sus líneas y de paso actuar del carajo, repentinamente viera al público ante las rechiflas y les explicase que él sabe actuar, que todos son ignorantes y que no saben apreciar una buena improvisación. La película pasa a ser una mera justificación de su parte, es un "no se me ocurrió qué chingados escribir, pero en serio, yo sé cómo hacerlo".
Con Pete Nelson, Olallo quiso conectar con una generación, en parte por eso buscó y consiguió a Edward Furlong, a quien todos recordamos por ser John Connor en Terminator 2. Desafortunadamente, al ser Pete Nelson un personaje que nunca se define, la oportunidad de tener a Furlong se desperdicia. Bien, juguemos con las reglas de This is Not a Movie. Pete Nelson no recuerda quien es. Por lo tanto, no tendremos un background tan grande con el cual trabajar, pero en ese caso deberíamos tener los datos suficientes como para lograr una identificación con el personaje. Tomemos como ejemplo al personaje de Jack en Fight Club, interpretado por Edward Norton. En Fight Club, nunca sabemos a detalle quien es Jack, pero contamos con elementos suficientes como para saber qué sucede en su mente, por qué cosas ha pasado y cómo la sociedad de consumo provocó que creara la válvula de escape llamada Tyler Durden. Es así que, a pesar de ni siquiera tener el nombre real del personaje -los fans se refieren a él como Jack por los artículos que leía y sus frases-, miles se identificaron con él, convirtiendo Fight Club en una cinta de culto. Mientras tanto, Pete Nelson nunca logra dar elementos suficientes como para que veamos algo de nosotros reflejado en él ni en sus otros yo.
This is Not a Movie es mucho peor que ¿Y tú cuánto Cuestas? ya que de menos en el documental Olallo tenía algo qué decir, a pesar de que todo era material reciclado de los podcasts "serios". Como ya dije, el podcast contiene elementos muy buenos, en los que se demuestra que Olallo todavía tiene cosas por ofrecer. Un amigo me comentó que preferiría ver una cinta de desmadre similar a los podcasts de Olallo y sus personajes. La verdad es que estoy de acuerdo con eso, el problema es que Olallo prefiere mamasearse y quererse ver como todo un intelectual, pero al final todo el show queda en un Epic Fail.
En lo que respecta a Peter Coyote y el final de la película, la presencia del actor queda en calidad de cameo en vez de ser uno de los protagonistas. Su personaje de The Man intenta ser una fuerza que está constantemente presente en la cinta a través de los diálogos de Pete, la computadora que aparece recordándonos el tiempo restante para el fin del mundo y cuya revelación al final debería resultar como todo un plot twist, el climax de la historia, la parte en la que la audiencia debería sorprenderse. ¿Qué ocurre realmente? Olallo se proyecta a través de The Man (aunque en las entrevistas diga que no se identifica con sus personajes) y le reclama a su personaje por no poder escribir algo decente. Toda ésta secuencia me recordó a las ocasiones en las que en el podcast aparece su otro Yo y le tira mierda, ventilando sus defectos. Lo peor es que hasta en el podcast ese conflicto llega a tener un punto de resolución y en la película queda como una verdadera pendejada. Todo lo que ocurre con el personaje de Coyote recuerda a Stranger than Fiction o The Truman Show, solo que en ese punto ya solamente estás esperando que la proyección termine.
Carajo, This is Not a Movie hace que la secuela de Donnie Darko parezca Blade Runner. En uno de los podcasts especiales de la película, Olallo comenta que siempre se le ha comparado con figuras internacionales. En radio le decían el Howard Stern mexicano, con YTCC le decían el Michael Moore mexicano y se preguntaba cómo le dirían con la salida de ésta película. No dudo que mucho chavito y fan from hell digan que es el David Lynch mexicano, pero creo que en éste caso le quedaría mucho más el Uwe Boll mexicano. Olallo se ha llegado a identificar con Kevin Smith y creo que ambos están en un punto donde deberían quedarse de tiempo completo en sus podcasts, con la diferencia de que Smith sí sacó buenas películas antes de perder el toque.
¿Hay algo que me haya gustado? El diseño de la habitación de hotel está muy chingón, lleno de detalles, se ve que ahí le metieron mucho amor, todo tiene alguna mención diabólica o mortal. También la aparición de Gene Simmons cuando se mencionan a los seres con alma oscura, con eso si solté una carcajada.
This is Not a Movie es una idea que nunca terminó de agarrar forma, un material donde se intenta ingresar a la complejidad de la mente humana pero que acabó en una película presuntuosa donde su creador trata de auto-afirmarse que realmente escribió algo bueno. Los fans from hell de Olallo van a estar a la defensiva justificándolo diciendo "pues el título te lo dice, Esto no es una película", pero si realmente esto es el resultado de 40 y tantos borradores, veo muy distante el día donde veámos una buena película escrita y dirigida por Olallo Rubio.