Esto No es La Escotilla 5: SODA STEREO

En agosto de éste año tuve un momento de sorpresa, momento en el cual analicé la frase que acababa de soltar sin haberla pensado. “Bien, ya tengo mi boleto para Soda Stereo, lo pondré al lado del boleto para Héroes del Silencio”, dije al llegar a casa con el boleto recién comprado. Miré fijamente ambas entradas y al fin empezaba a comprender la magnitud de eso. Asistiría a dos conciertos los cuales solo eran sueños, debrayes que llegaban a surgir a la salida de alguno de los conciertos de Bunbury o Cerati.

En el caso de Soda Stereo, empecé a volverme fan gracias a un cuate –el buen Cuco, quien a la mera hora salió con la superpendejada de no querer ver a Soda porque “no le prenden los conciertos”, menuda mamada- quien solía poner sus discos en el auto. Debo decir que primero fui fan del trabajo de Cerati en solitario, empezando por la chingonería de disco y DVD llamada 11 Episodios Sinfónicos.

El primer concierto al que asistí suyo fue cuando presentó el disco Siempre Es Hoy. Aquella presentación no estuvo muy buena, pero recuerdo muy bien que, camino a casa, uno de mis amigos comentó “Se imaginan, que de repente haga una pausa y diga:Señoras y señores, con ustedes Zeta Bosio y Charly Alberti.” Esa vez comentamos que estaría poca madre, pero que simplemente era imposible, verlos reunidos era algo que nunca nos tocaría ver.

Pasaron los años, si, Cerati ha tocado canciones de Soda como Sobredosis de TV, Signos, Ameba y Persiana Americana, pero simplemente no es lo mismo. Llegó el 2007 y junto con él, la sorpresa de su regreso. Al igual que con Héroes, el comunicado que dieron sobre su regreso no se sintió con muchas ganas, pero afortunadamente el resultado final fue todo lo contrario.

Compré mi boleto en agosto y durante la espera estuve viendo el Último Concierto y descargando las grabaciones que subían al sitio oficial, además de aprenderme un par de canciones con las cuales sinceramente no estaba familiarizado. Iban apareciendo poco a poco las reseñas de Argentina y Chile... todo apuntaba que el concierto sería una verdadera chingonería de proporciones bíblicas.

Llegué el 16 de noviembre a las 3 de la tarde, para mi sorpresa había muy pocas personas en la fila que me correspondía –General B- y decidí dar una vuelta por los puestos para ver que tanto iban a vender. Me formé y a las 5 nos acomodaron en 6 filas para tener acceso. Los que fueron o han ido a conciertos de acceso general saben que la clave es llegar temprano y correr como pinche enfermo al momento de abrir las puertas con tal de alcanzar un buen lugar, así que más de uno nos preparábamos para pegar la carrera tan pronto nos diesen acceso al Foro Sol. Dan las 6, las puertas se abren, los policías nos piden que no corramos... nos vale madre... el acceso está en la mitad del Foro... no importa, sigo corriendo... empiezo a cansarme más y más... siento un hormigueo en las piernas y brazos... me cuesta respirar... llego al acceso, me revisan... trato de avanzar... veo la valla... estoy cerca... estoy cerca...

Alcanzo a escuchar Acquiesce, una de mis canciones favoritas de Oasis. Estoy sentado, recargado en la valla, con los ojos cerrados e intentando recuperar el aliento, la canción de Oasis ayudó a que estuviese de nuevo 100% consiente. ¿Cómo llegué a la valla? Ni puta idea, pero al parecer lo logré sin desmayarme.

El Foro Sol empezó a llenarse lentamente, fue sorprendente ver que a las 8:30 de la noche apenas estaba a un 50% de su capacidad. Frente a mi había una pequeña parte del General A que estaba “apartada”, a ella llegó un señor junto con sus 4 hijos y otro tipo. De inmediato empezaron las preguntas a mi alrededor de quién chingados era ese guey y no faltó quien le gritase “¡pinche narcotraficante!”. En las pantallas transmitían videos de videojuegos como el Halo 3 o Guitar Hero III –si, pinche Poncho, te hiciste presente en el Foro Sol- y en la parte superior aparecían los mensajes que la gente mandaba con sus celulares. Tienen mención especial: “Hola, espero que toquen la Chispa Adecuada”, “Miguel, vas a ser papá” y “Recuerden mentarles su madre a los de Seguridad Lobos”.

Después de la primera llamada, transmitieron los videos de un cabrón llamado Peter Capusotto –comediante argentino- en los cuales presentó algunos sketches relacionados con Soda Stereo, fueron buena opción para aminorar la espera.

9:30 de la noche, las luces se apagan e inicia el video mostrando imágenes de toda su carrera junto con su cover de Some Day, One Day. Terminó y aparecieron en el escenario. “Hola divinos, vamos a jugar”, fueron las primeras palabras de Cerati antes de iniciar Juegos de Seducción. A ésta le siguió Tele-K o Telequinesis e Imágenes Retro, dos canciones que, podría decirse, rescataron del baúl, pero que sin duda fue una chingonería para los fans –que desafortunadamente no éramos muchos- el escucharlas en vivo. Texturas es una canción la cual conozco pero no es de mis favoritas, debo admitir que son de esas rolas que te terminan de atrapar al escucharlas en vivo. A ésta le siguió Hombre al Agua, una de mis canciones favoritas y con la cual empezaron a lucir los visuales que tenían preparados.

Un momento poca madre fue cuando Cerati comentó “La siguiente canción la hicimos para un lugar en particular... pero por nuestros viajes, hemos visto que aplica en varios países. Así que, si, ésta es la Ciudad de la Furia”. A diferencia de ésta canción, casi nadie se supo la letra de Pic Nic en el 4B, con todo y que en una parte hasta Cerati señalaba las pantallas para que siguieran el coro al final. Con Zoom aparecían frases detrás de Charly, bastante chingonas, siendo la mejor “Mereces lo que sueñas”. Cuando Pase el Temblor siguió de inmediato, nuevamente uniendo todas las voces de los asistentes. Si debo mencionar una canción en la cual casi nadie cantó, esa sería Final Caja Negra, aquí si acepto que esa ni yo me la supe, sabía que la tocarían, pero sinceramente no me late mucho. En la “zona vip”, llegaron unas mujeres que ya le andan pegando a los 40, pero eso no evitó que bailasen todas las canciones, aplicó la famosa expresión de “son señoras locochonas de Las Lomas”.

Después tocaron Trátame Suavemente, Signos y Sobredosis de TV, canción la cual posee uno de los mejores visuales –pequeñas televisiones bailando y momentos en los que solo aparece ruido blanco-, muy adecuado para la canción. Pero el mejor visual sin duda fue el que ponen durante Danza Rota: consiste en un medium shot –mas o menos, porque no se le ven los ojos- de una chica con audífonos cantando la canción al mismo tiempo que Cerati, lo impresionante es la sincronía, ya que van a la par, hasta con los extras que le llega a meter a la letra.

El segundo tema con el cual absolutamente todos cantados fue Persiana Americana, una de esas canciones que, en el caso de los fans, ya no escuchan tanto pero que sin duda les provocó una emoción cabrona en el concierto. Con Fue, el Foro Sol se iluminó por las luces de celulares y encendedores, “Hoy, todos ustedes son una estrella, iluminando” comentó Cerati al tener semejante vista. Sorprendentemente, En Remolinos fue otra de esas canciones que solo disfrutaron los fans clavados y que sin duda fue de las más chingonas de todo el concierto. Después de No Existes, Dueles Dejarme Solo, Séptimo Día y Un Millón de Años Luz, llegó el momento memorable-aunque-era-por-lo-que-más-de-un-guey-pose-asistió, entiéndase: De Música Ligera. Fue en verdad impresionante escuchar esa canción en vivo, un momento el cual no se me olvidará. De vuelta en la “zona vip”, llegó Ely Guerra y un pendejazo chingamulas de Zoé –el vocalista, según me dijeron los que estaban al lado- al cual más de uno le gritó sus verdades. Cerati siguió interactuando con la gente y comentó “Cómo me gustaría llevarme todas sus caras de satisfacción. En verdad, se ven hermosos”.

Después de Disco Eterno y Cae el Sol, presentó mi canción favorita de Soda diciéndole a Tweety González –tecladista de la banda-: “No Tweety, ese tipo de cosas no se hacen en público. Vamos Tweety, no seas tan cruel”, empezando así con Prófugos. A diferencia del concierto anterior, tocaron El Rito en lugar de Zona de Promesas, ambas excelentes canciones. Ya para cerrar, Cerati nos dijo que era momento de irse y aproyechar que era viernes para “irse de joda”, pero que, para poder aguantar, era necesario tomarse unas vitaminas. Así que tocaron Te Hacen Falta Vitaminas, uno de sus primeros temas.

Setlist:

Juego de Seducción
Tele-K
Imágenes Retro
Texturas
Hombre al Agua
En la Ciudad de la Furia
Picnic en el 4B
Zoom
Cuando Pase el Temblor
Final Caja Negra
Tratame Suavemente
Signos
Sobredosis de TV
Danza Rota
Persiana Americana
Fue
En Remolinos
Primavera 0
No Existes
Sueles Dejarme Solo
En el Séptimo Día
Un Millón de Años Luz
De Música Ligera
Disco Eterno
Cae el Sol
Prófugos
El Rito
Nada Personal
Te Hacen Falta Vitaminas

Ésta es la parte donde doy los comentarios finales y respondo preguntas que ustedes tal vez se estén haciendo o que ya me han hecho.

¿Qué me pareció en general? Excelente concierto, sin duda una buena selección de canciones, ya que contó con variedad para darle gusto a los fans y no tan fans. Tal y como dije con Héroes, era obvio que la mayoría se quedarían con escuchar alguna canción en particular, pero, de decidirlo nosotros, les acabaríamos pidiendo toda su discografía.

¿Qué tal el escenario? Muy chingón, al inicio lo lucía mucho pero, conforme avanza el concierto, van haciendo más y más uso del mismo, los visuales están bastante fregones, aunque el 16 las pantallas tuvieron problemas.

¿Cumplió mis expectativas? Sin duda alguna, ofrecieron un concierto super chingón y su actitud siempre fue cordial, nada de “mamones por ser argentinos” como muchos piensan.

Y la pregunta que me han hecho varias veces y se que alguien que lea esto la formuló:¿Cual estuvo mejor? ¿El de los Héroes del Silencio o de Soda Stereo? Aquí responderé sinceramente, aunque se tome como “ah no, este cabrón lo dice para quedar bien con todos”: ambos conciertos estuvieron de puta madre, cada uno ofreciendo un gran espectáculo para sus fans, desde la actitud de las bandas hasta el escenario que llevaron a cada ciudad. Me atrevo a decir que fueron igual de chingones, una experiencia la cual nunca pensé vivir y que sin duda nunca voy a olvidar.