19 may 2014

Godzilla: El Rey de los Kaiju regresa, pero nos deja con ganas de verlo más.

 Nunca he sido muy fan de todo el asunto de los kaiju. Sé que tienen un fanbase enorme alrededor del planeta, pero no le veía el chiste. Lo veía equivalente a los shows de monster trucks. En 1998 fui de las pocas personas que no vieron Godzilla y, por lo que escuché, esa fue la decisión correcta. El año pasado me aburrí de un modo terrible con Pacific Rim, así que el retorno del Rey de los Kaiju no me provocaba nada de emoción. Los trailes no mostraban demasiado y la campaña publicitaria en las calles no era algo nuevo. A pesar de todo esto, la enorme cantidad de reseñas positivas tanto en internet como de personas que conozco lograron despertar mi atención. Llegó el momento de hablar de Godzilla, así que prevenidos, vienen spoilers.

 Hablemos del verdadero protagonista de la película. Para ser sinceros, me gustó mucho cómo quedó el personaje, además del background que le manejaron. No quedó como un simple monstruo que llega, se agarra a madrazos con otro y destruye la ciudad. El director y los escritores le dan una historia bastante interesante a los monstruos. Lo más importante es que tratan a Godzilla con mucho respeto. El personaje de Ken Watanabe lo llama por su nombre original durante toda la cinta: Gojira. Averiguamos que él es una fuerza de la naturaleza y que ha existido durante siglos. Se encarga de que las cosas no se salgan de control. Él defiende a los humanos no porque les tenga cariño, lo hace porque son parte del ecosistema que debe proteger. Cuando lo van siguiendo, él no les hace nada, pero tampoco espera a que se hagan a un lado cuando sale del mar. Está acostumbrado a que los humanos le estorben. Al final, lo ven como un héroe, sin caer en la cursilería.


Su manera de pelear es un verdadero deleite, lo cual hace de esta película algo frustrante. ¿Por qué? Gareth Edwards sigue las reglas de la vieja escuela y provoca a la audiencia, realiza el conocido teasing. Esto se hace para generar mayor interés en el monstruo de tal modo que, cuando se presenta por completo, sea una sorpresa. Esto mismo lo hace Paul Verhoeven en Robocop. Con esto, Gareth Edwards evita caer en el disaster porn, como ocurre en Pacific Rim, donde la exposición de los kaiju y los mecha peleando es tal que la audiencia termina saturada. Desafortunadamente, Edwards se limita más de lo debido, manteniendo el teasing hasta el tercer acto. Es castrante que durante la pelea final estemos por ver los primeros golpes entre Godzilla y MUTO, solo para ser interrumpidos por el rostro de Elizabeth Olsen. Si, es una belleza exótica, pero esta es la parte de la película donde queremos ver a Godzilla hacer lo suyo.


 Los personajes humanos no hacen mal su trabajo, pero no deberían tener tanto tiempo en pantalla. Me sorprendió mucho que mataron a Bryan Cranston (el actual rey de los hipsters) tan rápido. Personalmente preferiría ver mucho más acerca del mito detrás de Godzilla y cómo ha impactado en diferentes culturas a lo largo de la historia que ver al personaje de Aaron Taylor-Johnson meterse en más problemas que Kim Bauer en la segunda temporada de 24. Lo que definitivamente se agradece es que los protagonistas humanos se mantuvieron al mínimo, sin saturarnos con una enorme cantidad de sub-tramas. Aquí solo nos enfocamos en en Ford, Elle, su hijo y el Dr. Ishiro Serizawa.

 Godzilla es una película entretenida que tenía el potencial para haber sido muy buena. A pesar de salir muy poco, el personaje es tratado con respeto, incluso teniendo referencias a su universo (yo topé un par de referencias a Mothra, seguro hay más). La secuela está confirmada, así que solo nos queda esperar que Gareth Edwards haya aprendido lo necesario y nos de una película mucho más equilibrada, sin llegar al disaster porn.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gojira estaría orgulloso de ti Morsa.

Angel Reyes dijo...

Ojalá siempre cuente con su bendición.