Lo que podríamos llamar la "Trilogía de Da Ali G Show" ha terminado con la salida de Brüno. La película de Ali G sirve para pasar el rato en alguna tarde mientras la pasan en FX, Borat sigue siendo toda una joya... ¿Qué lugar le corresponde a Brüno? Gracias a las bondades del internet, tuve la oportunidad de ver esta película hace unas horas. Lo mantendré libre de spoilers, así que pueden leer sin problemas.
Cuando apareció Borat en 2006, las páginas y foros no paraban de comentar acerca de ella, desde la promoción por parte de Sacha Baron Cohen en personaje en programas de televisión, proyecciones y convenciones, así como la crítica inteligente a la sociedad americana que había detrás de un par de tipos peleando desnudos en un hotel. La curiosidad nos invadió a muchos y gracias a YouTube pudimos conocer algunos de sus sketches. Borat tuvo un estreno muy limitado en latinoamérica, pero la respuesta positiva por parte de la gente fue suficiente para transmitir Da Ali G Show en el canal Sony. La critica que presentaba Brüno en el programa se centraba en el mundo del modelaje y los clubs nocturnos, mostrando lo superficial e increiblemente pendeja que son las personas de ese grupo social. Es bien sabido que para la película de Borat el buen Baron Cohen recicló bastante material y esperaba encontrarme con lo mismo en Brüno pero, para mi sorpresa, esto se dio en menor medida.
Iniciando la película vemos con mayor detalle la vida de Brüno, dando un salto más allá de lo que conocemos por el show y, a pesar de que el entorno del personaje es diferente, la estructura de la presentación y la película en general es practicamente igual a la de Borat. Nos encontramos con el personaje, conocemos un poco más de él y comienza un viaje a través del cual criticará y escandalizará a más de uno. Al inicio Brüno se presenta en un desfile de modas y nos hace recordar la estupidez con la cual se mueven en ese mundo, pero después su viaje lo lleva a hacer cosas más alejadas de su personaje y termina intentando ser Borat pasado por un filtro gay. Hasta le dan un sidekick que lo acompaña en su aventura.
Durante las entrevistas Brüno ya traía muchas respuestas prefabricadas -al igual que Borat-, pero es durante la película que las similitudes no se dan con sus sketches, se dan con la película de Borat y posiblemente esa sea la falla. A pesar de que intenta emular la misma frescura de Borat, Brüno se siente mucho más planeada de lo debido, muchas de las secuencias se muestran completamente armadas y con esto pierde ese factor sorpresa que tanto nos gustó la vez pasada y que tanto problemas le generó después a Baron Cohen, quizá para evitar esto último es que gran parte de la película no posee el atractivo de Borat.
Ahora, no estoy diciendo que sea mala, para nada, de hecho no dudo que a varios les guste más que Borat, pero debo advertir que Brüno si puede ofender a más de uno, particularmente a los homofóbicos y personas que la idea que tienen de comedia es ver al pendejo de Omar Chaparro o algo similar. Brüno cuenta con tanto de este contenido que hay momentos en los que me sorprende que le hayan dado clasificación R en EUA. Prepárense para ver a más de una persona salirse encabronadísima de la sala. Esto último para muchos podria ser una garantía de que se la pasarán bastante bien con Brüno y es bastante probable, pero no esperen que sea mejor que Borat.
Como todo el material de Sacha Baron Cohen, Brüno no es para cualquier audiencia, solo para los que estén dispuestos a aguantar y en especial entender la crítica que lleva de fondo. Esto es de lo poco que ha valido la pena de este verano bastante jodido, vean Brüno y esperen unas buenas carcajadas.
Cuando apareció Borat en 2006, las páginas y foros no paraban de comentar acerca de ella, desde la promoción por parte de Sacha Baron Cohen en personaje en programas de televisión, proyecciones y convenciones, así como la crítica inteligente a la sociedad americana que había detrás de un par de tipos peleando desnudos en un hotel. La curiosidad nos invadió a muchos y gracias a YouTube pudimos conocer algunos de sus sketches. Borat tuvo un estreno muy limitado en latinoamérica, pero la respuesta positiva por parte de la gente fue suficiente para transmitir Da Ali G Show en el canal Sony. La critica que presentaba Brüno en el programa se centraba en el mundo del modelaje y los clubs nocturnos, mostrando lo superficial e increiblemente pendeja que son las personas de ese grupo social. Es bien sabido que para la película de Borat el buen Baron Cohen recicló bastante material y esperaba encontrarme con lo mismo en Brüno pero, para mi sorpresa, esto se dio en menor medida.
Iniciando la película vemos con mayor detalle la vida de Brüno, dando un salto más allá de lo que conocemos por el show y, a pesar de que el entorno del personaje es diferente, la estructura de la presentación y la película en general es practicamente igual a la de Borat. Nos encontramos con el personaje, conocemos un poco más de él y comienza un viaje a través del cual criticará y escandalizará a más de uno. Al inicio Brüno se presenta en un desfile de modas y nos hace recordar la estupidez con la cual se mueven en ese mundo, pero después su viaje lo lleva a hacer cosas más alejadas de su personaje y termina intentando ser Borat pasado por un filtro gay. Hasta le dan un sidekick que lo acompaña en su aventura.
Durante las entrevistas Brüno ya traía muchas respuestas prefabricadas -al igual que Borat-, pero es durante la película que las similitudes no se dan con sus sketches, se dan con la película de Borat y posiblemente esa sea la falla. A pesar de que intenta emular la misma frescura de Borat, Brüno se siente mucho más planeada de lo debido, muchas de las secuencias se muestran completamente armadas y con esto pierde ese factor sorpresa que tanto nos gustó la vez pasada y que tanto problemas le generó después a Baron Cohen, quizá para evitar esto último es que gran parte de la película no posee el atractivo de Borat.
Ahora, no estoy diciendo que sea mala, para nada, de hecho no dudo que a varios les guste más que Borat, pero debo advertir que Brüno si puede ofender a más de uno, particularmente a los homofóbicos y personas que la idea que tienen de comedia es ver al pendejo de Omar Chaparro o algo similar. Brüno cuenta con tanto de este contenido que hay momentos en los que me sorprende que le hayan dado clasificación R en EUA. Prepárense para ver a más de una persona salirse encabronadísima de la sala. Esto último para muchos podria ser una garantía de que se la pasarán bastante bien con Brüno y es bastante probable, pero no esperen que sea mejor que Borat.
Como todo el material de Sacha Baron Cohen, Brüno no es para cualquier audiencia, solo para los que estén dispuestos a aguantar y en especial entender la crítica que lleva de fondo. Esto es de lo poco que ha valido la pena de este verano bastante jodido, vean Brüno y esperen unas buenas carcajadas.