Up: La gran aventura que no estaba en mis planes.

Debo confesar que esto tampoco lo veía venir. Tuve un fin de semana lleno de sorpresas y ésta cinta lo coronó como tal. Para los que me conocen, bien saben cual es mi posición hacia las películas animadas de Pixar, Dreamworks y las otras que puedan aparecer. Tras el entretenimiento que me brindó Bolt -la cual me agradó mucho más que Wall-E- y el festival de hueva que es Coraline, este año entre mis planes ya no había otra película animada estadounidense que llamase mi atención. Esta aversión hacia los proyectos animados y opinión sobre las cintas de Pixar la llego a explicar más en el post que le dediqué a Wall-E el año pasado, pero la sensación que tengo más fresca por estos días no va tanto contra la empresa, sino a la gente que llena las salas año con año. Es más que predecible que con cada película de Pixar que se estrene habrá gente soltando mamadas como "¡Pixar lo ha vuelto a hacer!" y que al ver el proyecto en turno casi casi te va a curar de cualquier enfermedad y vas a salir flotando de la sala con todos tus chakras liberados, nada de meditación, solo 2 horas con carros parlantes.

Ok ok, se que ya ando de nuevo cerca del lado oscuro de la geekés, pero ahora empiezo con mi opinión. De Up no llegué a ver absolutamente nada previo a su estreno, a lo mucho los posters y el avance a medias cuando lo pasaron en la televisión. La estampida de reseñas positivas en la red no me sorprendió en absoluto, como lo comenté arriba, pero hay algo en los personajes que me despertaba curiosidad. Sabiendo que el próximo año ni a madrazos me haré presente en alguna sala que proyecte La-gran-mierda-sobrevaluada/catálogo-de-mercancía Parte 3, el domingo decidí verla y todavía no puedo creer lo bien que me lo pasé.

Debo aceptarlo: Up es una excelente película.

He de decir que un extra bastante curioso previo a ver la película fue que asistí con mis padres y que el tipo de la taquilla dije "¿Será uno de adulto y dos de adultos mayores?", esto fue algo que sin duda generó la vibra para conocer a Carl Fredricksen. Esta película tiene corazón y es uno bastante grande. Si The Incredibles es una película ideal para ver cuando uno esté en los 40's, Up es la película indicada para ver cuando ya andemos en la "edad dorada" y el pasado sea más brillante, como diría Sally Jupiter. La película inicia con un pequeño Carl el cual desea ir a la aventura como su héroe Charles Muntz, tener una vida estilo Indy y en esos momentos su imaginación está preparada para mantener elevados esos sueños. Es en esto que conoce a Ellie y carajo, al menos en mi caso fue inevitable identificarse con él, creo que es genético el hecho de que a los callados nos llamen la atención las chicas desmadrosas, aventadas (y no en el aspecto negativo).

Ante todo vemos que Carl y Ellie tienen una buena vida, con sus momentos buenos y malos, pero nos enseñan que tal vez muchos de nuestros sueños no se pierden, simplemente se sustituyen por cosas que en verdad vale la pena vivir y posiblemente no les hubiesemos dado la importancia que realmente merecían. Carl también aprende la lección que muchas veces nos han mostrado en series, películas y hasta hemos escuchado de algunas personas pero que muchos no hemos aprendido por completo: el soltar el pasado y liberarnos de las cosas.
Es aquí que la mejor analogía es la casa. El cambio ha llegado y una nueva construcción está a la espera, de lo que alguna vez existió, solo queda Carl y un hogar incompleto. Si las cosas que le pertenecieron a Ellie se pierden, ¿Tambien las experiencias y buenos recuerdos? Es por eso que Carl decide cumplir el sueño de la infancia de Ellie al llevarse su casa a las Cataratas del Paraiso, vivir la aventura que aparentemente tanto aguardaba en su libro de recortes. Pero este intento es inútil, Ellie ya no está con él y la verdadera aventura ya se había dado viviendo junto a él durante todos esos años. "Es solo una casa", dice Carl al final cuando la ve perderse entre las nubes, lo material viene y se va, son las buenas experiencias las que debemos atesorar. Carl comprende que el mejor tributo no es conservar las cosas, sino mantener el espiritu aventurero y mantenerlo en práctica en su honor.

Otra de las lecciones que se nos muestra bastante bien es el no obsesionarnos ni dejar que nuestras vidas dependan de la opinión y aprobación de los demás. Charles Muntz fue el héroe de muchos y posiblemente lo que le hubiese agradecido Carl no era la inspiración para armar la aventura, sino que indirectamente él fue el responsable de que conociera a Ellie. Pero ser responsable de que dos personas tuviesen una buena vida juntos no significaría nada para Muntz, sin la aprobación del mundo ante sus descubrimientos, él no creía tener valor alguno, es por eso que llegó a niveles enfermos en los que mató a varias personas que ni siquiera representaban amenaza alguna y no le importaba que en su camino a la gloria dejase a unas crías sin su madre. Todo sea por conseguir el visto bueno de los demás, un aplauso, lo que sea. Al final, Carl le demuestra que, sin necesidad de haber andado alrededor del mundo en un dirigible, tuvo una mejor vida al lado de una persona que lo amaba por lo que era que buscando el visto bueno de miles.

Uno de los temas que se comenta un poco en The Incredibles se profundiza un poco más en Up con Russell. El trato hacia los niños en las escuelas y sus casas dejó de ser jodidamente exigente -hey, al menos a mi me fue del carajo- a no pedirles mucho y aplaudirles cuanta cosa hagan. Bob Parr logra explicarlo bien cuando dice:"Buscan nuevos modos para premiar la mediocridad". El pobre Russell ejemplifica cómo ha recibido sus insignias sin necesidad de verdaderamente realizar las acciones como es debido. Es gracias a Carl que no solo adquiere una figura paterna, también le enseña a darse cuenta que no todo es como se lo pintaron, que muchas cosas uno debe experimentarlas para así poder generar una opinión y ganar experiencia. Por su parte, Russell le enseña a Carl que no debe cerrarse, que sin importar su edad, siempre habrá alguien a quien le importe y que hasta pueda depender de él en algún momento. He ahí el caso de Kevin y Dug.

Y Dug... carajo, ¿Cómo no tenerle cariño? La verdad el maldito perro me ganó, si es como yo creo que podrían sonar muchos perros en caso de existir el dispositivo que utiliza. El perro ideal. Ya quiero checar el cameo que hace en Ratatouille... bueno, al menos su sombra es la que aparece.

Ya para finalizar, creo que Up es de esas visitas obligadas al cine este verano. Se que no soy dueño de la verdad o que mi palabra sea la ley, pero creanme, al menos tomen mi consejo desde la perspectiva de que soy alguien al que rara vez le gustan las películas animadas y salió bien contento después de ver Up. Esta película es de esas que ofrecen más allá de simple entretenimiento, vale la pena acompañar a Carl, Russell y Dug más de una vez en su gran aventura.